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Mediamañana Crónica Viernes, 4 de Enero de 2019

A 40 años de la desaparición de Oscar Garavaglia: “Por mi hermano, San Rafael nunca hizo una marcha”

La familia reafirma su teoría: el joven pudo haber muerto en El Nihuil a manos de sus compañeros.

Viernes, 4 de Enero de 2019
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05/01/2019

Este 12 de enero se cumplirán 40 años desde la desconcertante desaparición de Oscar Garavaglia, el joven de 17 años que se esfumó sin explicaciones durante un campamento con amigos en El Nihuil. El día en que fue reportada su “pérdida”, él y sus compañeros estaban “cazando piches” en la base del Nevado, según declararon. Nunca se lo volvió a ver.

El caso despertó una enorme relevancia en su época. Y las teorías sobre la desaparición crecieron mientras se extendía el misterio. Muchos se sumaron a la búsqueda. Muchos participaron de los rastrillajes en El Nihuil. Muchos olvidaron, mientras pasaba el tiempo, que la figura de Oscar se desintegró y su trance se sumergió en la impunidad.

Pero a cuatro décadas, la familia de Oscar, cuyo padre murió en febrero del año pasado, no abandona la búsqueda. Susana Garavaglia, hermana de joven, reafirma su ansia por una respuesta y enarbola la teoría que siguen sosteniendo entre sus pares: a Oscar “lo mataron”. Probablemente sus propios amigos; o al menos uno de ellos.

Según Susana, el responsable de la muerte se esconde entre los asistentes de aquel campamento al que fue Oscar. “Los cuatro culpables”, según los califica: Horacio Nardoni, Alfredo Alonso Decarre, Julio Pérez Sierra y Alejandro Vidallet. Todos murieron en circunstancias trágicas; sólo el último está todavía vivo y reside actualmente en Córdoba.

La familia Garavaglia considera que hubo un “pacto de silencio” entre ellos después de la “desaparición”. Este mutismo, sostienen, fue apañado por una investigación judicial que nunca prosperó y que derivó en un juicio por negación de justicia que la familia Garavaglia ejecutó al Estado y ganó. A la familia le fue concedida una indemnización de 100 mil pesos que sus miembros se negaron a cobrar.

La muerte, supone Susana Garavaglia, fue el resultado de una posible pelea en el grupo de amigos durante el campamento. Descarta de plano una fuga de su hermano (“No tenía motivos”), otra de las teorías que más fuerza ganó. Y dice tener indicios de que Oscar murió asesinado.

La más clara prueba de esta teoría es el accidente que uno de los acampantes sufrió, y por el que fue asistido en la sala de primeros auxilios de El Nihuil, días antes de la desaparición. Le diagnosticaron una fractura en la mandíbula. El joven dijo haber sido víctima de una caída en un tobogán; otro de los amigos dijo que fue un puñetazo. Hubo discordia en el grupo durante el campamento, señala Susana.

Otro dato curioso fue la desaparición de la carpa que llevaban los amigos. Fue alquilada en la famosa casa Carpas Castro. Y nunca fue devuelta. El dueño del comercio aseguró a la madre de Oscar que repetidamente se la pidió a la madre de uno de los acampantes: Horacio Nardoni. La mujer, que misteriosamente tuvo en sus manos el DNI y una cadenita de Oscar, se negó a devolverla.

La hermana de Oscar considera que, en caso de que el adolescente haya muerto durante el campamento, la carpa (quizás ensangrentada), con todo lo que había dentro, fue usada para transportar el cuerpo fuera de El Nihuil. La teoría, dice, está sustentada en otros tres hechos: nunca fueron halladas las pertenencias de Oscar; el rastrojero en el que se movía el grupo fue visto, según testigos, cargando combustible el día de la desaparición, ya sin el joven dentro; y en el lugar del campamento fueron encontradas vainas servidas, pese a que el grupo aseveró no haber llevado armas a lago.

Susana dice estar “segura” de que la señora Nardoni fue cómplice de un supuesto encubrimiento posterior. La hermana del joven Garavaglia sostiene que posiblemente Horacio Nardoni, quien por rivalidades entre éste (que “competía mucho”) y Oscar, pudo haber sido responsable directo de un presunto homicidio.

Pero la hipótesis ha quedado incomprobada. “No tenemos certeza”, confirma Susana Garavaglia. Nunca nadie habló. Cuando los Garavaglia encontraban a alguno de los presuntos responsables, les pedían explicaciones, cuenta ella: “Eran actos desesperados”. Pero los involucrados mantuvieron siempre un silencio incorruptible.

La madre de Oscar se cruzó a Pérez Sierra una vez. “¿Qué le hiciste?”, le espetó. “Déjeme tranquilo, no me acose, no me diga nada”, le retrucó él mientras se alejaba.

También el padre de Oscar enfrentó a la señora Nardoni en otra oportunidad. Y ella lo esquivó. La mujer, dice Susana Garavaglia, incluso estuvo detenida por negarse a declarar. El juez le advirtió. “Deténgame, pero yo no hablo más”, contestó ella, según Susana. Nardoni estuvo aprehendida en el hospital por dos días.

“La Justicia no existió”, recuerda Susana. Y también opina que la impunidad judicial estuvo anexada a cierta desconsideración social. Muchos chistes se inventaron con el nombre de Oscar, mientras crecía la pasividad entre los sanrafaelinos: “Por mi hermano, San Rafael nunca hizo una marcha”, dice.

Mientras las dudas persisten, 40 años después de la desaparición la familia todavía lucha por seguir adelante y sanar, confirma Susana. “Padecimos. Ningún ser humano está preparado para esto”, confiesa. “Nunca más volvimos a ser felices”.

Escuchá la entrevista completa a Susana Garavaglia: