El Iscamen le dice ‘no’ a los agroquímicos: Así son sus técnicas ecológicas para combatir las plagas

15/05/2019

Lino Barañao, Secretario de Ciencia y Tecnología de la Nación, visita este miércoles General Alvear para interiorizarse sobre el vanguardista proyecto mendocino de creación de avanzadas técnicas contra las plagas. Se trata de técnicas ecológicas y premiadas a nivel internacional.

Pero, ¿cuáles son estas técnicas? El titular del Instituto de Sanidad y Calidad Agropecuaria de Mendoza (Iscamen), Alejandro Molero, habló este miércoles con Radio M y detalló el tipo de tareas que realizan los profesionales mendocinos.

Según explicó, el Iscamen, que tiene la única bioplanta de Argentina en el departamento de Santa Rosa, produce “biocontroladores”: insectos u otros elementos naturales que se insertan en el ecosistema y logran, sin químicos, controlar las plagas.

La mosca de los frutos, por ejemplo, se combate con la producción y posterior liberación de "moscas machos estériles" (que llegan a ese punto tras el paso por un radiador de cobalto). De esta forma, se consigue que la población de la especie adversa disminuya progresivamente.

La Lobesia Botrana, que afecta a la vid, se combate (y está ya extinta en el oasis sur) con “difusores de feromonas” que confunden el proceso de reproducción de la plaga, sin ninguna afectación natural. Esta técnica fue premiada recientemente en Nueva Zelanda por su efectividad.

Otra técnica, contó Molero, consta de la cría y difusión de depredadores naturales. Los laboratorios del Iscamen ya han producido 11 millones de crisopas y 100 mil coccinélidos (o vaquitas de San Antonio) que se alimentan de los dañinos “pulgones” a un ritmo de 700 u 800 cada una, llevando sus poblaciones lentamente a cero.

Según adelantó Molero, los laboratorios de Iscamen están actualmente desarrollando las mismas técnicas para luchar contra los mosquitos transmisores de enfermedades infecciosas. Una política destinada a atacar el problema que se presenta mayoritariamente en el norte del país.

Se prevé que el avance de estas técnicas elimine lentamente el uso de cientos de miles de kilos de agroquímicos, un objetivo que es altamente valorado en el mercado internacional. Muchos productores de la provincial ya han obtenido su sello “orgánico”, y se busca que el número suba.

Pero el Iscamen, dijo su director, busca más: que Mendoza -que ya tiene 800 hectáreas intervenidas a con esta tecnología y la comparte con otras provincias argentinas- sea exportadora internacional.

Molero atribuyó el éxito del desarrollo a la “recuperación” de los institutos públicos de investigación mendocinos, y aseguró que esa política está favoreciendo, además, una paulatina repatriación de investigadores formados en la provincia, pero que han buscado salidas profesionales en el extranjero.

“El Iscamen -concluyó su presidente- está ahora a la vanguardia nacional y mundial en la utilización de técnicas amigables con el medio ambiente".

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