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País Economía Domingo, 10 de Junio de 2018

La CGT le hace cinco reclamos a Macri, pero posterga el paro

Negociación. Los líderes sindicales quieren reabrir paritarias, evitar despidos, sacar Ganancias del aguinaldo, fondos para obras sociales y frenar la reforma laboral.

Domingo, 10 de Junio de 2018
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10-06-2018

No habrá paro general impulsado por la CGT el jueves próximo, tal como habían anunciado alguno de sus jefes. El Gobierno de Mauricio Macri logró frenar, o mantener en suspenso, a esa tercer huelga general que estaba organizándose en contra de la política económica de su gestión.

El jueves pasado, por la mañana, once secretarios generales de la central obrera peronista se reunieron en la Casa Rosada con el ministro de Hacienda, Nicolás Dujovne; el vicejefe de Gabinete, Mario Quintana; y el jefe de asesores del Ministerio de Trabajo, Ernesto Leguizamón. Sin representación del sindicato de camioneros, de los Moyano, que se mantienen intransigentes y profundizan la confrontación con el oficialismo, los cegetistas le llevaron a los funcionarios un pedido de cinco ítems para frenar una crisis en el mundo laboral que se reflejaría con una huelga.

La CGT le pidió al Gobierno estos cinco ítems para evitar un paro:

  • - Que se concrete una “norma” que evite despidos de empresas privadas y el Estado por seis meses,
  • - Que se reabran las paritarias salariales sin “límites”.
  • - Que se elimine del pago del aguinaldo el impuesto a las ganancias.
  • - Que la Superintendencia de Servicios de Salud les pague “urgentes” a los gremios el dinero que les adeuda a sus obras sociales.
  • - Que haya compromiso del Gobierno de que se no afectará la Ley de Contratos del Trabajo.

Dujovne les garantizó que las paritarias salariales que ya se cerraron con diferentes gremios, todas con aumentos de alrededor o más del 15 por ciento para los trabajadores, tendrán un aumento extra de 5 por ciento más. Suficiente para que los jefes de la CGT anunciaran que esperarán a una nueva reunión con los funcionarios, que se hará el próximo martes.

La nueva exigencia del sindicalismo es que la Casa Rosada deberá responderles si acepta cumplir esos cinco ítems para evitar a lo que describieron como un potencial escenario social negativo: inflación en alza, amenazas de despidos en el ámbito privado y organismos públicos.

Según pudo saber Clarín en base a fuentes gubernamentales que trabajan sobre esos “ítems” de la CGT, la mayoría de ellos tendrá algún tipo de respuesta, aunque quizás no se ajuste exactamente a lo pedido por los secretarios generales, incluidos los tres que integran el “triunviro” que lidera a la central obrera.

Aun así, esos mismos funcionarios admitieron que están abiertos a seguir negociando con ellos para evitar el paro general. Más allá de las declaraciones ratificando que sin avales concretos convocarán a una huelga en el corto plazo, varios jefes de la CGT que trabajaron para abrir este nuevo diálogo con el Gobierno le admitieron a este diario que su idea fue empezar una negociación con el oficialismo al que le darán cierto tiempo para “reaccionar”. La fecha que se había elegido para hacer la huelga, el jueves 14, no fue por azar. Ese día empieza el Mundial del Fútbol. Picardías sindicalistas. Huelga general sumada al comienzo de la competencia del deporte más popular en la Argentina era garantía de un paro exitoso.

Por ahora, la medida no se llevaría a cabo.

Los secretarios generales que visitaron a sus interlocutores gubernamentales consideran que tras el acuerdo con el FMI la Casa Rosada necesita “un tiempo” para atender sus reclamos y le dieron a entender a todo el Consejo Directivo de la CGT, durante la tarde del mismo día en que fueron a la sede del Gobierno, que percibieron buena predisposición de los funcionarios para encontrar una salida que evite el conflicto en la calle.

Ya hay algunas propuestas del oficialismo para varios de los reclamos de los sindicalistas.

Eso, siempre teniendo en cuenta el dinamismo frenético de la coyuntura nacional.

En la CGT se expandió la idea de que darán las señales hacia “afuera” de que dieron todo de sí para evitar una crisis mayor, siempre y cuando los trabajadores obtengan beneficios y cierta estabilidad en sus puestos laborales.

El ministro de Trabajo, Jorge Triaca, promovió este encuentro entre sindicalistas y funcionarios. Pero no participó de la reunión porque aun estaba de viaje en Ginebra, Suiza, donde lideraba la delegación argentina en la reunión anual de la OIT.

Según fuentes del oficialismo que están trabajando en estos temas, varios de los cinco puntos presentados por la CGT serán atendidos.

Esas “soluciones” son, en algunos casos, alternativas a lo pedidos de los sindicatos.

Por ejemplo, fue bien recibido por los secretarios generales la oferta de Dujovne de reabrir las paritarias que se cerraron con aumentos de alrededor del 15 por ciento, sumándoles un aumento de 5 puntos porcentuales más. Más allá de que en este punto, el próximo martes, los cegetistas insistirán con que las paritarias sean “libres”.

Uno de los funcionarios que estudia cómo se podría garantizar que no haya despedidos en compañías privadas y en entes estatales, le explicó a Clarín que esa decisión no podrá concretarse vía un decreto de necesidad y urgencia: sería inconstitucional.

Como alternativa, se les ofrecerá a los sindicalistas que se armen mesas de diálogo con los empresarios de su rubro para tratar de llegar a un acuerdo similar.

La medida más compleja de cumplir para el Gobierno, por ahora, es quitar el impuesto a las ganancias de los aguinaldos.

En este punto, los jefes de la CGT se mantendrían firmes. Lo que sí les garantizaría la Casa Rosada es que la plata que se les adeuda a las obras sociales sindicales se les devolvería de a tramos, o mediante mecanismos secundarios que siempre se encuentran para liberar esos fondos.

Triaca ya dejó trascender que el oficialismo tratará en el Congreso la nueva reforma laboral sin los artículos que menguaban los pagos de las indemnizaciones a empleados despedidos.

Los sindicalistas podrán “pegar” en público, pero su intención, por ahora, es negociar en privado. Un clásico.

Quienes sí se mostraron absolutamente confrontativos con el Gobierno y están convocando a un paro para el jueves 14 son los Moyano. Tanto Hugo, el jefe real del gremio camionero, como su hijo Pablo, un hombre de lenguaje brutal, llano, vacío de metáforas o eufemismos.

Éste último definió así la oferta de Cambiemos de reabrir las paritarias con un 5 por ciento más de aumento: “Que se los metan en el culo”.

También describió a sus pares de la CGT que negocian con la Casa Rosada como dirigentes que se “arrodillaban” ante el poder.

Uno de los sindicalistas que más conoce a los Moyano le aseguró a Clarín que ya nada los une a los camioneros: “Piden la huelga porque tienen miedo de ir presos por sus quilombos en la Justicia. Que marchen con La Cámpora y la izquierda…”.

Ese mismo dirigente recordó que fueron los Moyano quienes, en el último año de gestión del ex presidente Néstor Kirchner, firmaron la paritaria salarial de su gremio en marzo, en lugar de hacerlo en julio como correspondía. El motivo fue más que claro;buscaban generar el caso testigo de que esos acuerdos salariales debían llegar, en ese tiempo, el 2007, al 17 por ciento anual. Era un porcentaje bajo respecto a la inflación que se esperaba para ese año.

Aunque sus dirigentes se junten después de pelearse, existe una ley no escrita en la CGT.

Perdonar, no es lo mismo que olvidar. Y viceversa.