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San Rafael Balloffet Martes, 6 de Junio de 2017

En el Día de la Ingeniería Argentina, un homenaje a Balloffet

En una fecha especial, un reconocimiento al ingeniero más famoso de la historia mendocina.

Martes, 6 de Junio de 2017
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Fotos: Jorge Gutierrez / MediaMendoza.com

06-06-2017. Hoy, 6 de junio, se celebra el Día de la Ingeniería Argentina en conmemoración al egreso del Departamento de Ciencias Exactas de la Universidad de Buenos Aires del primer ingeniero civil de Argentina, Luis Augusto Huergo, acontecido en el año 1870.

El próximo 16 de junio, en tanto, será el Día del Ingeniero, en conmemoración de la creación de la carrera de ingeniería, ocurrida en 1865.

Con este calendario, junio es el auténtico mes de la ingeniería. Por tal motivo, el siguiente es un homenaje al ingeniero más famoso de la historia mendocina, Julio Gerónimo Balloffet.

El urbanista rebelde

Balloffet nació el 9 de Julio de 1831 en Sait-Étienne, Francia, estudió en la ciudad de Lyon, y ya finalizados sus estudios, resolvió embarcarse hacia Sudamérica convencido por su amigo científico August Bravard, que viajaba a Chile para estudiar los fenómenos sísmicos, tan comunes en la zona. Llegados a Buenos Aires en 1959, sus caminos se dividieron. Balloffet decidió permanecer en la ciudad portuaria. Bravard partió rumbo a Mendoza, primera parada de su travesía académica.

El 20 de marzo de 1861, un terremoto azotó a la provincia cuyana, dejándola en ruinas. Balloffet recibió días después la noticia de que su amigo August Bravard había fallecido en el temblor. Con gran dolor, optó por viajar hasta Mendoza para recuperar los restos de su compatriota. Sin embargo, ya en la capital provincial, quedó impactado por la magnitud del desastre y decidió quedarse y poner a disposición del gobierno mendocino sus conocimientos de agrimensura y urbanismo. Balloffet fue, entonces, encargado de la planificación de la capital mendocina para su reconstrucción.

Balloffet diseñó la nueva ciudad con una impronta damera, un sistema urbanístico con calles que forman ángulos rectos, llamado así por su analogía con un tablero de damas, una técnica absolutamente inusual y revolucionaria por entonces, cuando se acostumbraba el urbanismo europeo, que planificaba las ciudades siguiendo el recorrido geográfico natural.

Ballofet diseñó una ciudad cuyo eje era una gran plaza central y cuatro a sus alrededores, donde los ciudadanos pudieran refugiarse durante los movimientos sísmicos. Trazó también avenidas inusitadamente amplias, de entre veinte y treinta metros de ancho, y una circunvalación de cuarenta metros. Fue considerado totalmente disparatado por entonces, pero él insistió en la necesidad de calles amplias que evitaran la pérdida de vidas cuando un sismo derribara paredes de los edificios construidos a los lados.

Monumento a Balloffet / San Rafael

Con el éxito de la reconstrucción de la capital provincial, Balloffet emprendió varios proyectos sucesivos, entre ellos una presa móvil para el canal Zanjón, obra que fue también considerada un delirio extravagante. Esta vez, en cambio, no pudo convencer a las autoridades. En el año 1900, durante una poderosa crecida del río Mendoza, el dique construido por el ingeniero Cipolletti quedó destruido. Balloffet recibió, entonces, las disculpas de muchos de sus previos detractores.

Con el paso de los años, un cansado Balloffet se instaló en San Rafael para descansar, pero sus proyectos no cesaron. Construyó el Fuerte Aurora, nombrado así en homenaje a su esposa y madre de sus ocho hijos, Aurora del Corazón de Jesús Suarez. Seguidamente, proyectó la avenida que hoy lleva su nombre, y la rodeó de una impresionante hilera de álamos, que fueron por décadas un ícono de la ciudad oasis. Urbanizó también El Toledano y Cuadro Nacional; ésta última, obra financiada por un acaudalado galo convencido por Balloffet: Rodolfo Iselín.

Julio Gerónimo Balloffet murió el 12 de septiembre de 1897, mientras mesuraba los campos de Domingo Bombal.

Su nombre está grabado hoy, como merecida pero insuficiente ofrenda, en una de las avenidas más importantes de la ciudad de San Rafael que, tras años de sustancial deterioro, será repavimentada prontamente, un auténtico homenaje a su creador.

Siempre imperceptible, pero imprescindible, el legado de Balloffet nos acompaña a diario.