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San Rafael Entrevista Viernes, 13 de Octubre de 2017

Mamás y policías

En el Día de la Madre quisimos homenajear a estas dos colaboradoras de los medios de comunicación, que desde su labor nos informan cada día. Detrás de su uniforme hay dos grandes mujeres y mamás.

Viernes, 13 de Octubre de 2017
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15-10-2017. Mamá es ese ser especial que cada uno atesora como lo más importante que tenemos en nuestras vida. Ellas son inspiradoras de cientos de poemas y canciones de innumerables artistas que hablan de su amor, dedicación y cuidado. Y sin dudas la nuestra siempre es “la mejor del mundo”.

Como hoy es su día, Mediamendoza.com quiere saludar a nuestra lectoras mamás, y desearles que disfruten de esta jornada rodeadas de sus hijos y seres queridos.

¡Feliz día de la Madre!

En nuestra entrevista de los domingos, no queríamos dejar pasar la oportunidad de homenajearlas y por eso elegimos a dos amigas de los medios. Dos grandes mujeres y profesionales de las tantas que salen  a trabajar día a día, y luego al regresar a sus hogares continúan con la inmensa responsabilidad de ser mamá.

Ellas son Gabriela Monzón y Andrea Rodríguez, dos mujeres policías que colaboran con los medios de comunicación manteniéndonos informados en todo momento, muchas veces con las peores noticias del día, pero siempre con la amabilidad, predisposición y simpatía que las caracteriza.

Las interrumpimos un instante de su labor cotidiana en las oficinas de la Distrital de Seguridad II, para hablar con ellas sobre su rol como profesionales, madres e hijas.

Ambas nos contaron que antes de estudiar Seguridad Pública para convertirse en auxiliar en el caso de Gabriela y oficial inspector en el de Andrea, las dos incursionaron en otras carreras relacionadas a la docencia. Gabriela quería ser profesora de Química y Andrea maestra especial.

“Hace 13 años que estoy en la Fuerza, pero primero empecé a estudiar el profesorado de Química, yo había estudiado en el escuela Güemes de La Llave por eso me gustaba mucho la química, pero también había pensado en estudiar el profesorado de Educación Física. Un día encontré un  folleto del Instituto de Seguridad Pública y a pesar de que iba bien en Química, decidí cambiar de carrera” contó Gabriela.

Y continuó diciendo “empecé a hacer todos los requisitos que me pedían para entrar a la fuerza. Entré en el 2004 y en el 2005 me nombraron, el primer trabajo fue en la 8va, después pasé a Cuadro Nacional, luego a la Comisaría 60 y de ahí a la departamental. En el 2005 ya nombrada también empecé a estudiar Trabajo Social, cursé tres años y ahí abandoné porque me quedé embarazada”.

“En mi caso, dijo Andrea, yo estaba estudiando para maestra especial, estaba en segundo año, pero desde chica siempre había querido ser policía. Me costó decidirme, rendí un par de veces hasta que ingresé a la carrera de oficiales. En el 2007 entré y me re recibí de técnica en Seguridad Pública en el 2008, de ahí trabajé en varias oficinas y comisarías, también estuve en la 8va, en el CEO, en prensa con Gabriela y desde hace unos meses estoy a cargo de la oficina de la división de programación operativa de la Distrital de Seguridad II”.

Pero estas profesionales de la seguridad, tienen otros dos títulos más importantes que atesoran con amor, el de Mamá. Gabriela lo adquirió con sus tres niñas y Andrea con sus dos varones.

“Mis hijas son tres, Paula de 9, nació en el 2008, Valentina de 7 en el 2010 y Victoria de 4, en el 2012. No es una tarea fácil la de ser mamá y profesional, yo nací en un contexto donde mis papás también trabajaban ambos y con mis hermanos estábamos acostumbrados al ritmo de que cuando no estaba mamá o papá, nos cuidaba una niñera. No teníamos la posibilidad de tener abuelas que nos cuidaran como me pasa a mí, que entre mi suegra y mi mamá me dan una ayuda terrible” explicó Gabriela.

Por su parte Andrea agregó “yo me recibí de mamá en el ‘99, antes de ingresar a la Fuerza, cuando empecé a estudiar mi hijo mayor tenía 6 años, ahora Juan Benjamín tiene 17 y el más chico Héctor Bautista 7, se llevan mucha diferencia”.

Respecto a la maternidad y el trabajo, ambas coincidieron que no es tarea fácil pero una mujer siempre sabe cómo amoldarse para poder estar en todos lados y cumplir con las dos responsabilidades. “Ser mamá profesional es una labor difícil, nosotras acá trabajamos en horario rotativo en mi caso una semana en la mañana y una semana en la tarde, y los fines de semana que estamos de turno. Como mamá es complicado, nuestros hijos se amoldan a nuestro trabajó. Muchas veces mi suegra y mi mamá están presentes para ayudar, y al tener un hijo más grande, a él le toca cuidar al más chico a veces” contó Andrea.

“Uno cumple el horario de trabajo y luego en tu casa seguís cumpliendo con las labores de la casa que son más desgastantes porque implican la educación de los niños, porque desde el momento que uno tiene su primer hijo, ya las noche no son más para una. Pero bueno se pueden llevar adelante, igual no voy a tener más hijos, ya con estas tres listo (risas), agregó Gabriela.

Cada mamá tiene su rutina diaria entre el trabajo y sus hijos, y ellas contaron como son sus días “Mi día comienza a las 5 de la mañana, anticipó Gabriela. A la noche cada una tiene la tarea de preparar la mochila pero en la mañana yo las reviso, preparo los desayunos y empiezo a llamar de una porque tengo un solo baño (risas) y además todavía no se visten solas, todas tienen el pelo largo y no te puedo explicar cuando quieren ir cada una con un peinado diferente. Mientras voy calentando la camioneta, les doy comida a los perros y cuando estamos saliendo alguna siempre se olvida de algo y así comenzamos”.

“A la tarde cuando me toca trabajar se quedan con mami, y en la hora de la comida siempre está la abuela. Después a veces tienen cumpleaños y cada una tiene sus amigos, y quieren ir sola, que no vayan las hermanas, que no las invadan (risas)”.

En el caso de Andrea, tiene varones, por lo que la preparación matinal es más rápida. “En la mañana, Juan que va a una escuela técnica y está todo el día ahí, se viene temprano al centro con otro primo que vive cerca de casa y lo dejan en la escuela, y al más chico lo traemos más tarde porque él va a la escuela de Montoya porque vivimos en Las Paredes,  y a él también lo vemos antes porque con mi marido que también es policía, salimos a las 3. El más grande sale a las 6” contó Andrea.

Como muchas, las reuniones familiares de ambas son recién por la noche, ya que la actividad diaria no les permite hacerlo antes. “Se complica mucho para estar juntos los cuatro pero en la cena nos juntamos todos”, dijo Andrea.

“Uno coordina todo el tiempo con el padre, mi marido es colectivero y tiene horarios rotativos, asique a la noche recién nos reunimos todos. En este trabajo hay muchas compañeras y a nosotras también nos tocó trabajar 24 x 48, y eso es terrible porque son 24 horas que dejas a tus hijos, y hay compañeras que no tienen parejas, por suerte en el trabajo de oficina es diferente” explicó Gabriela.

Pese a las idas y vueltas, y los trajines de cada día, estas dos mamás están orgullosas de sus hijos e hijas y ese sentimiento les aflora en sus palabras o en sus miradas. Ninguna dudó a la hora de consultarles por sus hijos en desplegar una catarata de elogios.

“Mis niñas son un pequeño clon de la mamá (risas), pero cada una tiene su carácter y su personalidad.  Para mí es súper gratificante ir a la escuela y saber que son solidarias, que son buenas personas y eso es a lo que una aspira siempre. Además son súper bulliciosas, y como toda mujer re coquetas, de hecho cuando eran más chicas le compraba ropa a la más grande y de ahí las más chicas iban recibiendo lo que a la otra le quedaba chico, pero ahora cada una quiere lo suyo”, dijo Gabriela.

“Mis hijos son buenos alumnos, el más grande de hecho ahora está regresando de una feria de ciencias. La verdad que no me puedo quejar, y creo que esas cosas las toman de uno, porque ellos nos han visto estudiar aún teniéndolos a ellos, de hecho mi marido además de ser policía se recibió de profesor de psicología después y ellos vieron ese sacrificio. Son muy buenos hijos y el más grande me ayuda mucho con el más chico” agregó Andrea respecto a sus hijos.

También las hicimos recordar a sus madres y que nos contaran cómo son ellas, nuevamente los elogios no tardaron en salir en palabras. “Con mi mamá somos diferentes, pero en algunas cosas nos parecemos mucho.  Yo soy más tranquila y ella más activa, pero creo que este trabajo me llevó a delegar mucho y uno llega a la casa y vamos haciendo las cosas como podemos y a las apuradas, en cambio ella es más de la casa y le dedica mucho tiempo” contó Andrea.

Gabriela agregó “yo tengo mucho de mi mamá y me veo muy reflejada en ella, pero igualarla no creo que nunca pase. Ella trabajaba y de todos modos nos dedicaba mucho tiempo, se quedaba en las madrugadas planchando por ejemplo y todas esas cosas yo las valoro muchísimo”.

Llegando al final de la entrevista les preguntamos por algún momento difícil que hayan vivido dentro de su profesión y lo hayan sufrido como mamás. “El accidente de la Cuesta es uno de ellos, ni hablar los casos en los que madres hayan asesinado a sus hijos y uno que me conmovió muchísimo cuando estaba en la 8va, fue ver el suicidio de un nene de 13 años que se había ahorcado. Esa imagen  fue terrible”, dijo Gabriela.

“A mí me tocó algún desplazamiento en los que llegábamos a una casa porque los vecinos habían denunciado que la mamá había salido y había dejado a sus hijos y verlos ahí solos detrás de las rejas, con las puertas cerradas, me partía el corazón. Otro caso que a mí no me tocó vivir, pero a otras compañeras si, ha sido cargar bebés ahogados, eso debe ser terrible.  Hay varias situaciones que uno no se las puede sacar de la cabeza” agregó Andrea.

Para cerrar les propusimos hacer una reflexión sobre su rol como mamás. “Siempre digo que ojalá pueda ser para mis hijas, lo que mi mamá significa para mí y yo la escucho hablar de su mamá y también. Hoy por hoy no puedo concebir la idea de que mi mamá me falte aunque un día va a pasar y si bien se que algún día va a llegar ese momento, espero que no, yo quiero que ella esté siempre. Ojalá pueda transmitirles a mis hijas lo mucho que ella me transmitió a mí y que me amen tanto como yo amo a mi mamá”.

“La verdad que ser mamá, es maravilloso y es una gran responsabilidad. No cambiaría nada, aunque uno siempre cree que está en deuda, pero hay que mirar el vaso medio lleno siempre” argumentó Gabriela.

Mientras que Andrea agregó “mi mamá también trabajaba mucho y yo con mi hermana le ayudaba mucho, por eso veo reflejado lo que pasa hoy con mis hijos también. La verdad que no me arrepiento de nada tampoco y por ahí si bien me gustaría dedicarles más tiempo, los momentos que estamos juntos tratamos de disfrutarlos. Creo estar haciendo las cosas bien”.