de de - 00:00 hsMendoza

El primer diario digital del sur de Mendoza

San Rafael Columna Martes, 21 de Noviembre de 2017

Nada se pierde, todo se transforma

Por Matías Grau.

Martes, 21 de Noviembre de 2017
Mediamendoza El Diario del Sur de Mendoza. Buscanos en Facebook, Twitter e Instagram

He aquí la verdadera vida de las cosas

21-11-2017. ¿Alguna vez te has preguntado cómo llegó a tus manos el celular que usás? ¿Por lo que ha tenido que atravesar para llegar a vos tu reloj, tus llaves, tus gafas, tu ropa, tu comida o cualquier cosa que tengas al alcance? ¿Cómo eso llegó a tener la forma que tiene, si en la naturaleza no hay nada similar? ¿Cómo lo hicieron fluorescente o transparente, liso o rugoso, brillante, flexible, electrónico, mecánico, automático, inteligente o ajustable? ¿Cómo es que aquello que no crece en los árboles terminó en tus manos, y en las manos de miles de personas cada día?

He aquí la vida de las cosas, la historia que explica el viaje de dónde viene y hacia dónde va todo, pasando por la manufactura, que invade casi todas las actividades humanas. Un viaje de mil millas comienza por el primer paso, y en el caso de productos, éste está en la extracción.

1.    EXTRACCIÓN

Podría decirse que casi todo empieza cavando un pozo en la tierra. De los minerales se crea todo; como dicen, del polvo venimos. El planeta ofrece 118 elementos químicos que se combinan para crear todo lo demás que conocemos. Éstos, son la materia prima, la esencia de cada cosa que existe. El vaso del que bebes viene del silicio, las llaves con las que abres puertas vienen del bronce, que es una aleación entre el cobre y el estaño. Tu cuerpo -y aunque parezca increíble, los plásticos también- vienen de una combinación con el elemento madre de la materia orgánica: el carbono.

Estos minerales se encuentran y extraen a través de la minería, generalmente conocida por ser una práctica contaminante, que no sólo desmonta, cava, explota, desplaza, sino que para separar los minerales que necesita, usa químicos altamente destructivos. Desafortunadamente, hasta los más ambientalistas la consumen, porque la minería es significativamente necesaria, y es casi imposible contar con bienes hoy en día que no sean provistos por ella.

2. FABRICACIÓN

Una vez extraídos, los materiales se envían a fábricas que manufacturan otros aún más complejos a través de procesos y aleaciones con diferentes químicos. Una refinería crea gasolina con butanos, plomo, manganeso, y otros más.; las acereras toman el hierro y el carbono y producen acero, y así cada una de estas industrias procesan desde los materiales de la tierra productos cada vez más complejos.

Las fábricas que hacen piezas usan estos elementos y los derriten, moldean, inyectan, soplan, y con ellos fabrican tornillos, plaquetas, tubos, cables, resortes, arandelas, vigas, envases y todo aquello que formará parte de otra cosa. Cada uno de estos intermediarios suma valor agregado, y mientras más procesados están los productos, más margen de ganancia podrán dar. Es por eso que estas industrias funcionan en la medida que se procesen grandes cantidades, enormes, y la vendan a otras industrias que fabricarán menos de cada producto, para que el comprador final, el consumidor, en muchos casos sólo consuma una unidad.

Quien trabaja con más volumen tendrá el poder de mejorar sus procesos y abaratar costos. Se volverá tan competitivo que podrá excluir a todos los competidores con su economía de escala. Por esta razón, se compran gran parte de las cosas en China, donde los volúmenes están concentrados y pueden abastecer gran parte de los sectores industriales a costos mínimos insuperables.

3. TRANSPORTE

Para trasladar estos elementos de un lado a otro, una red logística maratónica trabaja como un entramado permanente en la que sacar de un lado, mover y depositar en otro se vuelve una rutina que cubre casi todos los rincones de la tierra. Para hacer que funcione se necesitan combustible, electricidad, contenedores, papel para los trámites, comida para los trabajadores, agua para lavar y hacer funcionar vehículos, e innumerables cantidades de más y más recursos que al momento de pensar en un impacto ambiental, pocas veces tenemos en cuenta. Un café que tomemos en la mañana podrá tener granos de Colombia, los que fueron cuidados con pesticidas de Canadá, servidos en vasos hechos en China, impresos con tinta de minas de África y preacopiados en Panamá para distribuirse por Latinoamérica. Bienvenidos al mundo de hoy en día, donde los límites geográficos parecen sólo cosa de mapas más que de comercios.

De a poco vemos cómo todo lo que existe y funciona es parte de un proceso más grande, y a la vez es un proceso en sí mismo. Cada uno de nosotros mismos se encuentra en esta red, ocupando el lugar del que compra, del que produce, del que transporta, del que abastece al que transporta, al que fabrica, etc. Todos estamos en alguna red, y de ella no podemos escapar a la manufactura, y en ella consumimos, tomando prestado lo que el mundo nos regala.

4. MARKETING

Las fábricas de los productos que consumes: celulares, zapatillas, tostadoras; junto a las fábricas que ayudan a que estos productos lleguen a tus manos: fábricas de cajas, de bolsas de plástico, cartelerías de lonas, etc. hacen a las grandes marcas que todos conocemos. Estas generan un valor agregado por su inversión en valor simbólico a través de publicidad. La variedad de productos que fabrican puede ser enorme, porque todos queremos ser únicos, diferenciarnos e identificarnos. Necesitamos productos para lo minimalista, lo elegante, lo rústico, lo redondo, lo grande, lo seguro, lo caro, lo eficiente, LO NUEVO.

Una de las redes más influyentes en la cadena es la de los comercializadores. Su tarea es netamente vender lo que otros fabricaron y transportaron hasta sus depósitos. ‘2x1’, ‘descuentos de los jueves’, ‘hasta agotar stock’, y todas las estrategias para sacarse de encima por dinero estos productos que ocupan lugar y generan gastos de inventario.

Aunque no sea tan obvio pensarlo, estas empresas tienen un alto consumo de productos para funcionar, papeles, plásticos, pantallas, electricidad, elementos de limpieza, agua, ropas, combustibles, materiales variados. Es evidente cómo cada actividad consume más y más elementos generados de otras actividades para funcionar.

5. CONSUMO

Una vez en nuestras manos, abrimos, consumimos y tiramos. Lo que gastó miles de recursos, tiempo, ideas, lo que viajó miles de kilómetros para llegar a nosotros, acabó su propósito como en un relámpago.

Se dice que una bolsa plástica se utiliza durante un promedio de 12 a 20 minutos. Piensa en una latita de gaseosa, la caja en la que venían tus pastillas de menta, la bandeja de tus fiambres. El consumo es efímero versus todo el tiempo que se utilizó para la creación de cada material. El petróleo, que tardó millones de años en formarse bajo presión, luego de varios procedimientos para transformarse en plástico acabó siendo un objeto insignificante que se utilizó por 5 minutos y luego se transformó en estorbo. Los productos ya cumplieron su propósito; fin del ciclo, ya no sirven, y como no les vemos más valor, les llamamos DESPERDICIOS.

6. DESECHO

Una vez que nos olvidamos de los recursos que acabamos de consumir, estos se volvieron un problema mayor. El desperdicio no desaparece, no se disuelve en nada, no se degrada en cuestión de  segundos, sino que algunos en miles de años. Se entierra más y más. Se devuelve a la tierra ingratamente como si saldáramos de forma equitativa el préstamo de minerales que habíamos tomado.

Pues he aquí una noticia: la tierra ya no lo quiere. Este cóctel tóxico de químicos que destruyen bosques, ennegrece el agua, mata peces y enturbia el aire no es bienvenido ¿Acaso no podemos ver que esto se nos vuelve en contra? Es como estar sentados en una rama y serrucharla sobre el lado del árbol.

¿Qué podemos hacer al respecto?

Reduzcamos, comprando con conciencia de que los productos hacen lo que tenemos, y no quienes somos. Reutilicemos aquello que aún es aprovechable, y separemos la basura, llevando a chacaritas materiales, llevando a puntos verdes lo que se pide específicamente. De esta forma no sólo evitaremos llenar la tierra de basura como si barriésemos la mugre debajo de la alfombra, también ahorraremos grandes volúmenes de recursos desde su extracción, el transporte, comercialización y demás.

Los recursos son limitados, quedan reservas para 9 años de plata, 36 de oro, 8 de plomo, y la lista sigue matando esperanzas. La única forma de prolongar la disponibilidad de los mismos es reciclandolos. De esta forma, se puede dar una segunda, tercera, y las necesarias vidas a cada material.

Desde GreenTeam, te invitamos a llevar los plásticos - no PET- a los puntos verdes para así, extender un poco, la vida de las cosas, y sobre todo del planeta.

Informate en el Facebook.com/greenteamrecicla para ver dónde llevar tus plásticos.