Imputaron a la dueña del Dogo que atacó a Guadalupe

Foto ilustrativa

21-12-2017. Durante la tarde de hoy el fiscal de la causa de la nena de 7 años (Guadalupe Martínez) que fue atacada y mordida por un perro de raza Dogo Argentino en una vivienda de Barrio Constitución, Iván Abalos, tras recibir el informe del Cuerpo Médico Forense procedió a imputar a la dueña del perro por Lesiones culposas graves, por lo que podría recaerle una pena de 1 mes a 3 años de prisión.

Esta mañana el director del hospital Schestakow, Luis Vergani, informó en Radio M que el ataque del perro a Guadalupe le provocó una grave herida en su tráquea, fue sometida a una cirugía reconstructiva, continúa en coma inducido, y su estado es delicado pero estable.

De acuerdo a lo expresado por el galeno, el ataque, a pesar de su violencia, no dañó los dos importantes vasos sanguíneos ubicados a los lados de la tráquea, ni alcanzó a desgarrarla completamente, por lo que la operación fue exitosa. Sin embargo, dijo, aún no han transcurrido las 36 horas críticas posteriores, por lo que, comentó, “hay que esperar”.

El dogo fue secuestrado y enviado a zoonosis de la Municipalidad.

El hecho

De acuerdo al relato del papá de Guadalupe, Marcos Martínez, este contó que la nena había ido a la pileta con su hermana, en donde se reunieron con una amiga de la familia. En un momento, el grupo decidió ir a un almacén a hacer compras ubicado en avenida San Martin al 1800. Allí fue que el perro, propiedad de la dueña del comercio, le saltó encima.

Fue tal la fuerza del ataque, ilustró Marcos, que la hermana de la víctima, de 19 años, embarazada y a punto de dar a luz, terminó en el piso, severamente golpeada, por lo que también debió ser hospitalizada.

Entre los presentes, agregó, debieron sujetar la puerta tras separar al dogo de la niña, porque el perro continuaba empujando en un intento por retomar el asalto.

Martínez tuvo luego palabras duras para la dueña del perro. Afirmó que la mujer “no actuó bien” y, según sugirió, se desentendió del incidente.

Él, evocó, se presentó en el lugar del ataque tras enterarse del hecho. Allí, con la mujer presente, le fue entregada su hija envuelta en un tallón y con su cuello cubierto con gasas. Marcos y un vecino, en el auto de este último, la trasladaron al hospital, no la comerciante, a pesar de la urgencia, protestó Martínez.

En el trayecto, contó, Guadalupe intentaba hablarle sin conseguirlo. Su padre le pidió que mantuviera el silencio dado su estado de ahogamiento.

Otro ejemplo del que consideró fue un actuar irrespetuoso de la comerciante llegó cuando la Policía se presentó en su domicilio. Sólo les entregó el dogo agresor, declaró; no así otro rottweiler, también de su propiedad.