En 2017, la temperatura en San Rafael fue casi un grado más caliente que el promedio histórico

27-01-2018

El pasado jueves, la Administración Nacional de la Aeronáutica y del Espacio estadounidense (NASA) informó que 2017 fue el segundo año más cálido desde que las temperaturas empezaron a registrarse a nivel mundial, en 1880. Este dato disparó las alarmas de los meteorólogos, que esperaban un agudo descenso tras los peligrosos números de 2016, que tras su fin fue considerado el año más caliente de la historia, situación que, no obstante, muchos estimaron una consecuencia del fenómeno El Niño, que periódicamente altera los patrones climáticos en el Pacífico.

Sin embargo, la tendencia es clara, argumentaron. La temperatura ha aumentado insistentemente a un ritmo incluso mayor que el previsto por los científicos. De hecho, 17 de los 18 años más calurosos registrados desde el inicio de las mediciones han sido asentados desde 2001 a la fecha. En esta línea, el gráfico difundido por la NASA evidencia un crecimiento exponencial de la temperatura.

San Rafael no ha estado ajeno a esta tendencia. Según datos de la compañía AccuWeather analizados por el diario estadounidense The New York Times, el departamento tuvo un incremento de 0.7 grados Celsius respecto a su promedio histórico. En tanto, las precipitaciones también mostraron una suba considerable. Con un total de 42.6 pulgadas, anotaron un incremento de 18.4 pulgadas, principalmente apuntaladas por la fuertes lluvias de septiembre.

Aunque el aumento de la temperatura regional puede parecer insignificante, los científicos han advertido que si las temperaturas mundiales sobrepasan la línea de los 2 grados Celsius por encima de los niveles previos a la industrialización (cuando las emisiones de dióxido de carbono, señalado como el principal motivo detrás del cambio climático, empezaron a crecer sólidamente), el daño climatológico sería irreversible, y, por tanto, devastador. Cada centésima cuenta.

Que en sólo 12 meses una ciudad haya registrado temperaturas 0.7 grados superiores a su promedio histórico implica un cambio notable, que preocupa consistentemente si se tiene en cuenta que no estuvo dentro de los parámetros de El Niño, sino que podría considerarse una suba “núcleo”.

San Rafael tampoco no es un caso aislado. Gran cantidad de ciudades mundiales han evidenciado subas de temperatura incluso más fuertes: París, +2,6ºC; Madrid +2.2ºC; Buenos Aires, +1,3ºC; y Malargüe, +1,4ºC, entre muchos otros ejemplos.

La empinada acentuación de la temperatura podría significar una agudización de la sequía que ha azotado a Mendoza durante los últimos años. Según se sabe, las fuentes cordilleranas que alimentan los ríos más importantes de la Provincia han mostrado una persistente pérdida de masa causada por temperaturas inusualmente altas. La consecuencia podría ser, como mínimo, un agravamiento de la desertificación en el piedemonte.