San Rafael Caso del retiro de chicos de hogares Martes, 18 de Diciembre de 2018
Voluntarios defienden el papel de los hogares de la Iglesia: ‘Lo único que he podido ver es cariño’
En un comunicado, una de la jóvenes voluntarias negó que los miembros del grupo hayan visto violencia o recibido reclamos de los niños.
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18/12/2018
El última viernes, la Dirección de Niñez, Adolescencia y Familia (DINAF) retiró a 25 niños de 6 hogares administrados por clérigos en San Rafael, a cargo del Instituto de Servidores del Señor y La Virgen de Matara.
Según argumentaron las autoridades, en los hogares se habían registrado “maltratos y golpes” hacia los menores. “La gran mayoría de los menores manifestaron retos subidos de tono, penitencias inadecuadas y algunos golpes”, confirmaron.
Este lunes, un grupo de voluntarios laicos, cuyos miembros han trabajado durante años con los niños alojados en el hogar San Juan Bosco -una las instituciones clericales alcanzadas por los retiros-, respaldó la labor de las Iglesia.
“Jamás vimos ninguna situación extraña, ni de violencia ni de ningún tipo de maltrato”, aseguró el grupo en un comunicado. "Ninguno de nosotros ha recibido por parte de los niños ninguna acusación o reclamo”.
Tras describir las tareas del grupo en el hogar, el grupo concluyó: “Haciendo referencia al cariño que tenemos por los chicos (.) y nuestro deseo de bienestar y felicidad para ellos, queremos dejar expresada nuestra vivencia cotidiana”.
Inés, una odontóloga sanrafaelina, también se sumó a la defensa mediante la difusión de un video en el que aseguró haber visitado los hogares de la Iglesia por 25 años y nunca haber advertido maltratos.
“Visito permanentemente los hogares; cualquier día de la semana, a cualquier hora, y sin avisar”, contó. “Lo único que he podido ver es cariño. He visto cómo las hermanas se sientan a hacer la tarea con los chicos; he visto cómo se preocupan cuando están enfermos; he visto cómo se preocupan para que estén impecables y prolijos”.
“Cuando escucho lo de la denuncia por malos tratos no lo entiendo”, concluyó la profesional. “Lo que he visto desde adentro ha sido todo lo contrario. Han sido gestos de cariño, de amor y dedicación. Y llamadas de atención, como cualquiera que de nosotras, como mamás, hace con nuestros hijos”.
