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San Rafael Viernes, 11 de Enero de 2019

El sacerdote sospechado de abandonar a su amante en agonía declararía hoy ante el fiscal

Carlos Scarlata se negó a declarar ayer, durante una cita informativa, y lo haría este viernes.

Viernes, 11 de Enero de 2019
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11/01/2019

Carlos Scarlata, el sacerdote sospechado de incurrir en un abandono de persona u omisión de auxilio a su presunta amante en su lecho de muerte, podría declarar este viernes ante el fiscal Javier Giaroli, titular de la investigación de la causa. Ayer, el hombre se presentó en Tribunales para recibir una notificación informativa, pero, según trascendidos, se negó a declarar, lo cual habría postergado hasta hoy.

Según la investigación, el cura, radicado en la localidad bonaerense de Zárate, podría haber permitido que su amante, una docente sanrafaelina de nombre Valeria Cornejo, muriera, para evitar que la relación clandestina saliera a la luz.

La investigación sobre un posible envolvimiento del sacerdote en la muerte se desprendió de una declaración que una amiga de Valeria presentó ante la Justicia. La mujer, que tenía conocimiento de la presunta relación que mantenía el sacerdote y su amiga, aseguró que Scarlata se había contactado con ella luego del hallazgo del cuerpo para pedirle "reserva" y el teléfono de la víctima (que contenía conversaciones comprometedoras), y hacerle una escabrosa confesión.

Según la mujer, Scarlata le contó que él se había presentado en la vivienda de Cornejo el 18 de octubre y, tras tocar la puerta y no recibir respuesta, se retiró. Más tarde confesaría telefónicamente (diálogo que quedó registrado y ya fue analizado por la Justicia) que supuso que su amante podría haber sufrido un "coma diabético". Pero, incluso con esta información, el hombre se habría negado a auxiliar o pedir ayuda para la víctima, a fin de no levantar sospechas sobre la relación sentimental entre ambos.

Antes de este último último encuentro, Valeria advirtió a sus familiares que estaría "fuera" de su casa por una semana. Su amiga (la denunciante) afirmó que la mujer sí estaría en su propiedad, pero que fabricó esta coartada porque no quería ser interrumpida mientras pasaba sus días con el cura, que había viajado exclusivamente desde Buenos Aires.

Este último hecho será clave para determinar una eventual responsabilidad penal del sacerdote. Si se demuestra que el sacerdote colocó a la víctima en "desamparo" cuando se retiró de la casa aun sabiendo que ningún otro allegado socorrería a la víctima en su convalecencia, pues todos creían que ella estaría ausente varios días, el hombre podría recibir una pena de hasta 15 años de prisión por abandono de persona agravado por muerte.