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Las autoridades dieron por hundida a la nave que desapareció el último miércoles en aguas de Bali.
Decenas casas quedaron enterradas en el lodo en la localidad de Lamanele, mientras que algunas viviendas fueron arrastradas por las riadas.
El aparato alcanzó una altura de 11.000 pies (3.350 metros) antes de caer a 250 pies y perder el contacto con la torre de control.
El seísmo provocó escenas de pánico en la capital Yakarta y causó severos daños estructurales en más de un centenar de edificios del municipio más cercano al epicentro.
La Comisión de Elecciones Generales asegura que el saldo hasta el momento es de 456 empleados, 91 supervisores electorales y 22 policías muertos. Otras 4.310 personas resultaron enfermas.
