Independiente venció 1-0 a Rosario Central y sumó su cuarto triunfo consecutivo. Quedó fuera de los playoffs, pero tiene una chance de jugar Sudamericana.
Independiente despidió su participación en el Torneo Clausura con un triunfo necesario para la autoestima y, sobre todo, para sostener una ilusión que parecía extinguida: la posibilidad, mínima pero posible, de clasificar a la Copa Sudamericana 2026. Con gol de Gabriel Ávalos, el Rojo derrotó 1-0 a un Rosario Central alternativo y cerró una campaña irregular con un cierre alentador.
El único tanto de la tarde llegó a los 28 minutos del primer tiempo, cuando el delantero paraguayo conectó de cabeza un preciso centro de Facundo Zabala. El gol premió un arranque furioso de Independiente, que puso bajo presión permanente a un Central repleto de suplentes. La decisión del técnico Ariel Holan de cuidar a sus titulares se explica por su situación privilegiada: el Canalla ya tenía asegurado el primer puesto de la Zona B, la clasificación a los playoffs y el boleto para la próxima Copa Libertadores.
Independiente, en cambio, llegó a la última fecha sin chances de avanzar de fase, pero con una remontada notable: tras cortar una racha de 15 partidos sin ganar, encadenó ahora cuatro victorias consecutivas que modificaron por completo su imagen competitiva. El equipo de Quinteros mostró intensidad, orden y pasajes de buen fútbol, algo impensado en el pésimo inicio del torneo.
El complemento ofreció una historia distinta. Central, mucho más activo, generó situaciones claras para empatar y estuvo cerca de mantener su invicto en el Clausura. Pero allí apareció una de las figuras del Rojo: el arquero Rodrigo Rey, decisivo con atajadas determinantes que sostuvieron la ventaja y terminaron de sellar el triunfo.
El cierre del encuentro dejó un momento caliente: la expulsión de Rodrigo Fernández Cedrés en Independiente y de Ignacio Malcorra en Central. En el caso del mediocampista canalla, podría perderse el debut en los octavos de final de los playoffs.
Más allá del triunfo, la atención en Avellaneda está puesta en la tabla anual. Para que Independiente logre clasificarse a la Sudamericana necesita una combinación compleja: primero, que Huracán no derrote este lunes a Barracas Central; además, que Lanús se consagre campeón de la Copa Sudamericana; y finalmente, que el título del Clausura quede en manos de un equipo ubicado por encima del Rojo en la tabla acumulada. Una ecuación difícil, pero aún abierta.
El Rojo, que este año fue eliminado de la Sudamericana en octavos de final ante Universidad de Chile tras los incidentes en el Libertadores de América-Ricardo Enrique Bochini, se aferra a la posibilidad de revancha. Con un equipo que encontró funcionamiento sobre el cierre del torneo y un Quinteros que logró enderezar el rumbo, la ilusión internacional -por remota que sea- vale como impulso para un 2026 en el que Independiente buscará recuperar protagonismo.