08-11-2017. Javier Cortés, hermano de Vanesa Aspitia (33), la mujer golpeada salvajemente por su ex pareja durante la noche de este martes, habló hoy con Radio M sobre el hecho.

Cortés confirmó que el agresor es efectivamente Jesús Navarro, tal como había trascendido, pese a que aún no existen datos oficiales por parte de la fiscalía, que dictó el secreto de sumario.

Sobre el estado actual de su hermana, el hombre afirmó que ella permanece internada en la Unidad de Terapia Intensiva. Vanesa, dijo, tiene “muchos golpes” en el rostro; y los médicos han manifestado a los familiares que la víctima tiene “fisuras”, que por el momento no requieren cirugía y están sido tratadas con antibióticos.

Vanesa, aseveró su hermano, recuperó la conciencia brevemente cuando fue ingresada a Terapia Intensiva. Sin embargo, su primera reacción fue la desesperación, por lo que los médicos decidieron “dormirla para tranquilizarla”. La situación “la golpeó”, aseguró.

Más tarde, Javier relató que su hermana —que tiene cuatro hijos de otra pareja, de 12, 10, 7 y 4 años— salió con su agresor por un año. No obstante, dijo, tres meses atrás cuando la relación se rompió, él empezó a “molestarla”, por lo que ella acudió a la Policía. Tras dos violentas irrupciones en la vivienda de la víctima, Navarro fue arrestado y pasó tres semanas privado de su libertad en la Comisaría 8º.

Cuando salió, comentó Cortés, “dejó de molestar”. Pero la interrupción duró poco. Pronto volvió a asediarla por lo que hace un mes se había impuesto una orden de alejamiento.

Anoche, dijo el hermano, Navarro le mandó un mensaje a Vanesa preguntándole si quería que fuera a “buscarla al trabajo” —ella se desempeña en el edificio de la AFIP local—. La respuesta Aspitia fue negativa: le informó que “ya estaba llegando casa”.

Entonces, el agresor, que vive solo, a cuatro cuadras de Vanesa —y no tiene familiares en San Rafael—, salió en su búsqueda. Cuando la encontró, se produjo el ataque. Esta secuencia, manifestó Javier, fue conocida por él y su familia a través del celular de la víctima, encontrado tras el incidente.

“No aceptaba la separación”, resumió Cortés. Pero agregó: “Cuando salió de la Octava, había dejado de molestar. No la veíamos venir”.

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