La terminal de San Rafael, en la mira: crece el impulso por eliminar el nombre de Néstor Kirchner

15-01-2018

San Rafael es uno de los destinos turísticos más importantes de Mendoza. Como tal, por su terminal de ómnibus circula cerca del 40 por ciento del turismo de la Provincia. Sus muchos transeúntes arriban al departamento para disfrutar del paisaje, los deportes de aventura o la relajación de la montaña. Pero primero deben lidiar con una sorpresa. A las puertas de la terminal de ómnibus los espera el saludo de un enorme y polémico cartel: “Néstor Kirchner”.

Esta carta de presentación, reiteran desde varios sectores, no representa lo que San Rafael tiene para ofrecer. Según argumentan, la etiqueta es ineludiblemente política, y no refleja la ideología ni el ser de una gran parte de la ciudadanía. Tratándose de uno de los bienes públicos más importantes del departamento, consideran que el nombre de la terminal no debería estar contaminado por los siempre controvertidos aires del partidismo, de ningún tipo: sea este mayoritario o minoritario, oficialista u opositor.

A mediados de 2016, a raíz del infame tráfico de bolsos de José López, el Concejo Deliberante local hizo su último esfuerzo por impulsar un cambio de nombre para la terminal de ómnibus, con el respaldo de contundentes pedidos ciudadanos. No obstante, el propósito naufragó por la oposición de la bancada justicialista, que considera la medida un revisionismo revanchista e innecesario.

Sin embargo, varios de los actores que impulsaron el cambio entonces estiman que hoy, a 21 meses de las próximas elecciones y a dos años desde que el Kirchnerismo entregó el poder, existe un momento oportuno para volver a discutir el nombre de la terminal. Argumentan además que, actualmente, la información sobre los casos de corrupción ha explotado tras más de una década de silencio, dando mayor margen de conciencia a la población —y a los políticos.

De la mano del cambio de administración en una gran cantidad de municipios y provincias del país, el impulso ha recogido varias iniciativas a lo largo del territorio, algo que muchos ven como un respaldo al esfuerzo a nivel local.  El gobernador de Jujuy, Gerardo Morales, le cambió el nombre a la terminal de ómnibus de San Salvador de Jujuy por "Coronel Manuel Arias"; el auditorio de Radio Nacional Córdoba dejó de llamarse como el ex jefe de Estado; y por resolución del Gobierno Nacional, a las represas a construirse en Santa Cruz les fueron arrebatados los nombres de los exgobernadores provinciales, Kirchner y Cepernic.

Otros casos, sin embargo, protagonistas de la ola de re-bautismos, han encontrado serias oposiciones. En La Plata, un concejal libra una célebre batalla política —hasta ahora infructuosa— que busca cambiar el título de la rotonda de acceso a la ciudad de “Néstor Kirchner” a "Héroes del submarino ARA San Juan". En Mar del Plata, la Municipalidad decidió retirar el nombre del expresidente de un polideportivo, pero organizaciones políticas contrarias a la medida optaron por restablecer el cartel, esta vez con aerosol.

Quienes persiguen este objetivo, dicen pretender sólo un diálogo. Al menos como primer paso. Y piden que las autoridades abran las puertas al debate. El impulso podría, pronto, retornar a la agenda política de San Rafael.