Día del Canillita: nuevas generaciones que siguen con el tradicional trabajo

Fotos: Jorge Gutierrez / Mediamendoza.com

07/11/2019. En el Día del Canillita dialogamos con Gimena Romero, una joven que pertenece a una nueva generación de este oficio que sigue haciendo historia. Con 19 años la joven sigue los pasos de su padre Ariel, quien también desde hace años se dedica a esta vocación con todo el esfuerzo que requiere: repartir diarios.

Reafirmando la vocación por su tarea, los "canillitas" celebran su día todos los 7 de noviembre, y aquí hay una nueva generación. Desde aproximadamente un año Gimena atiende el puesto de venta de diarios y revistas que está ubicado en avenidas Moreno y Rivadavia, cada mañana desde las 8.30 acompaña el trabajo de su padre que también reparte diarios.

Desde hace tres años la familia adquirió el puesto, y siempre lo han atendido juntos. La joven desde muy pequeña se dedicó a lo que en el fututo sería su trabajo.

Con respecto a los cambios de las nuevas tecnologías y la digitalización de la información, la joven explicó: “Ya no se vende tanto el diario, solo la gente mayor se acerca a comprar la edición impresa. Lo que más se vende hoy son sopas de letras, revistas, las colecciones es lo que más busca la gente a las hora de acercarse a un puesto”.

Gimena explica que este oficio le ha traído muchos amigos, “me gusta porque interactúas con mucha gente y te ayuda muchísimo tanto en la comunicación como en la creación de vínculos”. Hace un año terminó los estudios secundarios en la escuela Humberto Lagiglia y hoy realiza un curso de barbería, con el que busca trabajar en un futuro.

En este día tan especial para la familia Romero, Gimena les deseó un feliz día del canillita a todas las personas que se desempeñan en esta labor, en especial a su papá quién día a día le enseña la dedicación y compromiso del trabajo.

El día del canillita se conmemora todos los 7 de noviembre en memoria a la fecha de muerte de Florencio Sánchez, dramaturgo uruguayo que dio origen a esta denominación en su obra "Canillita", un libro que designa así a un chico de piernitas flacas que vendía diarios en la calle.