‘Trabajar para generar un cambio y que las generaciones futuras tengan una mejor perspectiva‘

4/4/2021

Nicolás Martínez, asumió el año pasado la presidencia de la Cámara de Comercio Industria y Agropecuaria, en el marco de una difícil situación para los diferentes sectores productivos y económicos que representa ese directorio debido a la, en ese entonces, incipiente pandemia del Covid-19 y las medidas de aislamiento en las que nos encontramos por largo tiempo.

Los inicios en la CCIA de este joven empresario de 38 años, del sector de la construcción, perteneciente a la firma Universo S.A, datan del año 2014 cuando junto a otros jóvenes dio inicio a la Cámara Joven de San Rafael, la cual presidió por tres años. Aunque previamente tuvo su paso por la JCI (Cámara Junior Internacional), un organismo internacional que tiene como propósito generar acciones para crear un cambio positivo en el mundo.

Luego continuó participando en la CCIA como director, hasta que en 2018 fue designado Vicepresidente 1° en la gestión de Osvaldo Fernández. Y en el 2020 asumió la tarea de llevar la voz de las empresas durante el período de dos años.

Dialogamos con él para conocer sus inquietudes, sus desafíos y proyectos y mucho más.

Empresario de la construcción, de profesión Ingeniero Civil ¿por qué elegiste esa carrera y cuál fue tu formación académica?

Toda mi formación, primaria, secundaria y la universidad la hice en la educación pública. En la primaria fui a la escuela Andrade, el secundario a la escuela Enet 1 y en ese tiempo empecé a compartir más la actividad de mi padre que es ingeniero en Construcciones y tiene una empresa constructora, y un poco se me despertó este gusto por la ingeniería y terminé estudiando ingeniería civil en la UTN Regional San Rafael.

A partir de ese momento ya siendo estudiante, empecé a meterme más en la empresa y en este momento trabajamos a la par con mi padre.

¿Cómo llegaste a participar en la Cámara?

A mí siempre me gustaron las actividades que ablandarán un poco mi formación, por decirlo así, estas carreras son más duras y siempre tuve un gusto por las cuestiones más sociales desde otro tipo de compromiso.

Empecé participando de la JCI, llegué a ser vicepresidente del capítulo San Rafael como se llamaba en ese momento y siempre me llamó la atención esto de intentar colaborar para generar mejores condiciones para que nuestra región se desarrolle un poco mejor.

Dentro de ese espíritu siempre me gustó participar en este tipo de organizaciones porque entendía que es un pequeño aporte, un pequeño servicio que uno puede brindar a la sociedad, tratando de aportar un granito de arena. Es dar un poquito más y tratar de colaborar siempre pensando en lo que le vamos a dejar a nuestros hijos y las generaciones que vienen.

¿Y tú paso a la Cámara?

A partir de esa escuela de al JCI empecé a involucrarme en lo que era el trabajo en la Cámara, empezar a entender que es lo que era la Cámara y sus diferencias respecto a lo que es la JCI, que es una organización internacional.

Justo en ese momento la Cámara toma la decisión de formar una nueva específica, que es la específica de la Cámara Joven y junto a otros jóvenes que ya estaban participando como Mayra Girala, Hugo Urbisi, Hugo Tornagui, decidimos formar la Cámara Joven, y fui el primer presidente durante tres años, y eso ya me dio la posibilidad de ir trasladando los temas de la juventud a la mesa del directorio, para que también se fueran tratando esos temas dentro del trabajo de la Cámara.

A partir de ahí luego se hizo la renovación de autoridades de la Cámara Joven, y ya entré como director de la Cámara lo que permitió generar dos espacios a la Cámara Joven y a partir de ahí se fueron dando las situaciones y pasé a ser vicepresidente de la Cámara en el periodo de Osvaldo Fernández, por lo que cuando terminó su mandato asumí la responsabilidad de la presidencia.

Te tocó un año complicado con la situación que vivió el comercio y el resto de las actividades económicas ¿Cómo fue ese desafío?

Ha sido un año extremadamente complejo, uno cuando inicia este tipo de gestiones tiene una cierta hoja de ruta y esto viene a trastocar absolutamente todo porque nadie sabía la gravedad de lo que estábamos viviendo, parecía que sería un tiempito y nada más y resulta que se empezó a estirar y todas las actividades resultaron afectadas o lo hacían a media máquina, con muchísima complicaciones.

Fue todo un desafío adaptarnos a esa situación para todos los sectores, porque no había un solo sector que tuviera una facilidad de trabajo o una posibilidad de trabajar libremente.

Nuestro objetivo como Cámara fue que los sectores de a poco pudieran ir retomando la actividad y que no se cerraran actividades, siempre se trabajó mucho en la elaboración de protocolos, herramientas de trabajo en las distintas cosas, realmente se hizo un trabajo muy fuerte durante todo el año.

En esto nadie estaba preparado, nadie sabía cómo reaccionar, no había información genuina. Entonces fue un proceso muy fuerte de aprendizaje de toda la cámara, de todo el grupo que conforma nuestro directorio actual, tratando de entender la situación y de qué manera preparar a nuestras empresas para brindarles seguridad a nuestros trabajadores, porque no es simplemente abrir una actividad, si no abrirla de manera segura para nosotros y nuestros clientes.

Cuándo asumiste la presidencia, ¿seguramente tenías ejes de acción que debieron quedar de lado para ocuparse de esos otros temas?

Sí cuando uno proyecta una gestión tiene determinados ejes de trabajo, algunos a largo plazo de los temas estratégicos que es lo que a mí siempre me gustó trabajar que creo que son los que permiten proyectar un poco los temas a futuro. Pero lamentablemente los temas coyunturales o de agenda diaria, nos llevaron puesto.

Fue tan agresivo el impacto de la pandemia que no nos dejó alternativa a abocarnos casi de lleno a solucionar este tema y trabajar en todos los sectores para lograr la apertura de las actividades y creemos que ha sido si bien muy duro, todo un éxito para la gestión de la Cámara, la posibilidad del diálogo constante, tratando que todas las actividades puedan mantenerse en funcionamiento a pesar de la situación de pandemia.

Sabíamos que esto venía para largo, que es una situación compleja, pero ninguna actividad económica puede mantenerse cerrada por tanto tiempo, por lo tanto hay que adaptarse, nos guste o no nos guste y a partir de eso adecuarse para seguir en actividad y convivir con esta situación porque ninguna actividad puede sostenerse en el tiempo sin trabajar.

Y ahora, con esto que se habla de la segunda ola de contagio, ¿Temen por nuevas medidas de cierre? ¿Se está preparado para eso?

Nosotros creemos que no hay espacio para restringir las actividades económicas, no está la situación del país, ni del mundo para eso. Tenemos la ventaja de haber pasado una primera ola de contagios y haber entendido un poco más cuál es la dinámica de la enfermedad, como prevenirnos y cómo cuidarnos.

Creo que debemos tomar conciencia de la necesidad de cumplir con los protocolos mínimos que no son tan difíciles y a partir de ahí tratar de mantener todas las actividades operativas siempre que se mantengan estas condiciones de trabajo, tanto de nuestros empleados como de nuestros clientes, dentro de cualquier rubro en el que se trabaje.

Creemos que se pueden mantener las actividades abiertas y también estamos convencidos de que no hay una posibilidad concreta de un cierre de ninguna actividad, porque el Estado ya no tiene capacidad para asistir al sector privado con distintos programas como lo hizo el año pasado, por la situación fiscal del país.

Ninguna actividad va a sobrevivir si llegara haber un cierre como el del año pasado.

¿Y en tu ámbito, el de la construcción, cómo se vivió este año de pandemia?

Ya venía muy golpeada, previo a la pandemia, veníamos de un año sin licitaciones de obra pública, con la obra privada en baja y la pandemia vino a acelerar ese proceso de quietud, de parate total durante los primeros meses de pandemia, hasta que fue declarada una de las primeras actividades esenciales por lo que se volvió a trabajar en algunas cuestiones.

La verdad que a un ritmo muy bajo con obras menores, que si se quiere han servido para contener a un montón de trabajadores que estaban sin trabajo en ese momento, pero siempre en el ámbito de la informalidad, porque el nivel de la obra pública sigue siendo bajo. Si bien se ha empezado a movilizar tanto la Municipalidad como la Provincia, la mayoría de la obra pública va a un ritmo muy bajo que no permite absorber la totalidad de la mano de obra que se dedica a este rubro, y en su mayoría son de poca escala, obras menores, de refacción que se hacen dentro de lo que es la informalidad.

Por lo tanto no hay obras de magnitud que impliquen trabajo para empresas constructoras, asique el panorama sigue siendo duro y complejo.

Cuando hay construcción se mueven muchos otros rubros y se da trabajo a un estrato social que lo necesita mucho, todo lo operario que necesita estar en continuo trabajo para poder subsistir, siempre que hay obra se genera un circulo positivo.

Pero estamos trabajando para impulsar la mayor cantidad de obra pública para la zona, no solo con el objetivo de tener obras estratégicas que nos permitan mejorar de alguna manera las actividades, si no también brindar trabajo a la gente.

¿Qué desafíos te has fijado para este 2021?

Estamos trabajando en conformar una agenda de temas por cada una de las específicas, algunos de más corto plazo y otras más estructurales, con el objetivo de empezar a incidir cada vez más en las decisiones que la política tome y que afecte a cualquier tipo de actividad, básicamente lo que queremos es tener una agenda clara de trabajo con cada uno de los funcionarios con los que nos toque interactuar tanto del Ejecutivo como del Legislativo departamental, provincial y nacional en el caso que así sea, pero tratar de tener tres o cuatro temas y mantener el tratamiento de estos temas. Lo que nosotros queremos es una herramienta que le permita llenar de contenidos sus decisiones.

Nosotros conocemos la realidad y lo que pasa en nuestras empresas, sabemos cuáles son los problemas que no nos permiten ser competitivos, crecer o desarrollarnos, por lo tanto está bueno que el poder político considere la opinión del empresariado al momento de tomar decisiones porque el empresario es quien brinda trabajo estable y puede movilizar la economía de tal manera de generar la riqueza que se necesita para salir adelante.

Tenemos mucho para ofrecer, la política no es nuestro tema, pero queremos que las necesidades de nuestras empresas sean tratadas dentro de la política en los distintos niveles, para ser más competitivos y proyectarnos a largo plazo.

Hay muchos temas que nos exceden, la situación del país es complicada y sabemos que no vamos a estar en una bonanza absoluta a corto plazo, pero si intentar estar lo mejor posible y estar firme para despegar cuando las condiciones lo permitan.

Es importante el rol de las instituciones dentro del entramado social, las Cámara en este caso tratamos de representar las necesidades que van teniendo nuestros socios y ser la voz de todo el empresariado sanrafaelino, es una gran responsabilidad, porque son muchos temas, muchas las cuestiones que pasan por la mesa del directorio y es importante que la gente se involucre que participe, por poco o mucho que se haga aporta mucho al desarrollo del departamento, nadie trabaja acá por dinero, todo se hace ad honorem y se invierte muchísimo tiempo en trabajar en pos de mejorar algo para la sociedad y el crecimiento y desarrollo de la zona Sur y de toda la provincia.

Invitamos a que la gente se involucre a trabajar, en la cámara hay socios que tienen grandes empresas y socios más pequeños que quizás tienen un kiosco, y de todos los rubros, todos están prácticamente representados, por eso creemos tan importante que la gente se sume y aporte un poquito de su tiempo y de ideas para generar un cambio que le permita a las generaciones futuras tener una mejor perspectiva.