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San Rafael Entrevista Viernes, 4 de Marzo de 2022

‘Para mí ayudar a los niños es todo‘

Esta semana se celebra el Día de la Mujer y hablamos con Tamara Montesino, una mujer con un gran compromiso con los niños. Es la fundadora del comedor “Dios proveerá”, un lugar donde reina el amor y la contención. 

Viernes, 4 de Marzo de 2022
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6/3/2022

El 8 de marzo se conmemora en el mundo el Día Internacional de la Mujer, una fecha dedicada a la importancia de valorizar los derechos de las mujeres y su lucha por la igualdad con el hombre, en la sociedad y en su desarrollo como persona.

En cada sociedad hay mujeres que luchan día a día, pero no sólo para demostrar lo que ellas pueden hacer, sino para aportar su granito de arena para hacer de éste un mundo mejor y ayudar a quienes no la pasan bien.

Para homenajear a las mujeres sanrafaelinas elegimos a una de ellas, Tamara Montesino (46), una mujer que dedica su vida a los niños de la Costa El Toledano, con el propósito de darles algo para comer, pero además darles su cariño y contención.

Con su gran experiencia por tener una familia numerosa, con siete hijos varones, a los que solían sumarse sus amigos que siempre estaban en su casa, ella anhelaba la posibilidad de llenar una mesa grande para ayudar a los niños que no tuvieran para comer. Finalmente con la ayuda de su marido Guillermo Hidalgo y sus hijos Fernando, Paulo, Franco, Juan, Santiago, Saúl y Lucas, que siempre están, y algunas personas que colaboraron, logró empezar con este proyecto hace 9 años, primero en un galpón de una vecina y hoy en el patio de su casa.

Cada día se las rebusca e ingenia para darles algo que comer a más de 100 niños y se lamenta cuando no puede hacerlo y debe avisar que ese día no concurran porque no habrá comida. Pero asegura que los niños saben que en ella tienen a alguien en quien acudir las 24 horas del día y que su casa es la casa de todos.

Te invitamos a conocer la historia de esta “mujer fuerte” que tanto hace por esos pequeños, cómo son sus días, quiénes la ayudan a sostener la obra y mucho más.

¿Cómo inicia la acción solidaria?

Yo crié a mis primeros cuatro hijos sola, hasta que conocí a mi marido, me fue muy difícil, por suerte ellos siempre fueron muy compañeros y se cuidaban mucho entre ellos y han sido muy amigueros. Cuando yo me vine a vivir acá (El Toledano) a cuidar una finca se fue poblando esto cada vez más.

En esa finca en la que yo estaba, había un quincho, preparé el quincho con colchones porque los chicos iban y se quedaban todo el tiempo con nosotros, hoy ya son todos grandes. Recuerdo que en ese entonces iba a buscar el descarte de verduras, hacía bolsitas y les repartía, pero siempre fue mi idea tener un lugar donde pudieran venir a comer y vinieran mujeres que no tenían donde estar con sus hijos.

¿Seguramente el tener una familia numerosa, te ayudó para saber cómo llevar adelante un comedor?

Tengo 7 hijos varones, pero además crié dos chicas que ahora ya están casadas y tres de mis hijos también. Ahora sigo con los hijos de los amigos de mis hijos, siempre tuve que rebuscármela para hacer una gran olla de comida para todos.

¿El comedor cómo nace?

Una vez charlando con un político que nos ha ayudado un montón y nos ayuda siempre, le conté lo que amaba a los niños, de hecho por mí hubiese tenido muchos más, pero con el último casi me muero, si no seguía (risas).

Le conté que me encantaría tener muchos niños y poder darles de comer, y él me dijo que estaba dispuesto a ayudarme si ese era mi deseo. Empezamos a festejar los cumpleaños una vez por mes a los niños que cumplían ese mes y se fueron sumando voluntarios para hacer diferentes actividades para los niños.

Después me vine para acá y empezamos con el comedor en un galpón de una amiga, mi esposo no quería saber nada, me reprochaba que siempre esté para los demás, ese día me quedé llorando, pero a los minutos me habló por teléfono contándome que tenía una sorpresa para mí. Era una olla y una caja de pata muslos de pollo.

La primera comida que hicimos fue un arroz con pollo. Después con el tiempo la chica se enfermó y a mí se me hizo feo seguir ocupando su galpón, más allá que ella seguía prestándomelo.

¿Y después como siguió?

Decidí armarlo acá (en su casa), me fui a Sabot y me regalaron cartones, tablas, asique hicimos un cierre. Y hace 9 años que estoy acá con el comedor y el merendero en la canchita.

¿A cuántos niños asisten?

Tenemos niños de muchas edades, hasta bebés de un año que los traen sus hermanitos, son más de cien niños que vienen.

En tiempo de clases yo hago la comida y se la llevan para comer en sus casas. Lunes, miércoles y viernes viene un grupo, y martes y jueves el otro. Hay algunos a los que les dan de comer en el comedor de la escuela asique a esos niños no le damos y priorizamos darles a los que no les toca la comida en la escuela.

¿A qué hora empezas con los preparativos para cocinarle a tantos niños?

Lamentablemente no puedo tener un menú, en algún momento cuando he recibido donaciones les he podido hacer comidas como pan de carne, pollo al horno, pero se hacen muchos guisos, tallarines, sopa picada, polenta, las ensaladas de verduras, lentejas. Siempre con lo que tengo, he hecho tallarines con salsa y una cebolla, pero siempre con todo mi amor.

Lamentablemente no todas las veces se tiene, son tres personas las que colaboran siempre, con los fideos y todo lo seco, otra con la carne y tortitas para la merienda de un día, y con algunas comidas.

Después tengo una huerta de la que saco varias verduras y nos vamos también con mi marido a la feria donde nos dan el descarte de la verdura.

Yo me levanto temprano, limpio, hago las cosas de mi casa, ordeno porque siempre queda mucho lío cuando vienen los niños y tengo poco espacio, entonces es más difícil mantener el orden. Tenemos el anhelo de hacer un comedor para poner todas las cosas del comedor ahí, porque además en el este lugar cuando llueve es un río este patio y en el verano hace mucho calor.

La copa de leche y los entrenamientos los hacemos en la canchita así ellos se divierten, y con la comida, ahora hay días que puedo y días que no, está muy difícil todo, ya no me alcanza ni para el pan. Mis hijos me ayudan, me traen a veces cosas porque saben que sufro cuando no puedo hacerles la comida a los niños.

¿Cuándo no podes cocinar les avisas?

Si hay un grupo de whatsapp en el que les aviso a las mamás para que no manden a los niños.

¿Y tenés ayuda de las mamás?

No, nada las mamás ni vienen a muchas no las conocemos siquiera. Hemos planteado muchas actividades para integrarlas, una vez con Celia Parasécoli organizamos un taller de costura y el premio iba a ser que se quedaran con las máquinas. La primera semana vinieron 15 madres y después cada vez menos hasta que no vinieron más asique devolvimos las máquinas.

Después organizamos otro taller para enseñar a hacer pan fácil con distintas recetas, pan al horno, a la sartén, pero tampoco vinieron.

También les pedí ayuda para hacer muñequitos para entregarle a los niños para Reyes, primero me dijeron que si empezamos re bien, pero después no siguieron, los termine haciendo con mis nueras y otras chicas que me ayudaron, hicimos más de cien.

Muchas veces da importancia ver una mamá que se acueste y diga, andá que te den, a mí me tocó criar a mis primeros cuatro hijos sola y a mí no me daba vergüenza salir a pedir, barrer veredas por monedas o cambiarla por ropa. Nunca esperé que nadie me diera nada, yo salí a buscarlo, ellos son mi responsabilidad y siempre los crié por el camino de los valores, gracias Dios nunca tuve que ir a la comisaría a buscarlos, pese a que muchos de sus amigos lamentablemente sí y siempre traté de contenerlos.

Yo tuve una vida dura, mis padres me trataban muy mal, pero nunca elegí el mal para para darles a ellos la razón y eso es lo que yo les digo a mis hijos y sus amigos.

¿Debes vivir a través de los niños muchos dramas de sus familias no?

He tenido niños semanas enteras y hasta meses porque sus mamás los abandonaban o decían que no podían tenerlos, a unos los cuidaba la abuela y un día falleció en la casa, vinieron a buscarme porque decían que la abuela estaba desmayada y ya había muerto cuando fuimos, me los traje para que no vieran todo eso tan triste y de ahí me los dejaron y no vinieron por ellos en meses.

Así una ve y vive tantas historias acá, después me tocó contener a 14 niños que quedaron solos porque metieron presos a sus papás o ver historias de niños que venían al comedor y han fallecido muchas veces por descuido, hay niños discapacitados, con problemas neurológicos.

Lidiamos constantemente con esas historias, ellos me cuentan tantas cosas, hay padres que tienen hijos y los traen al mundo por traerlos, los niños suelen andar hasta las 3 de la mañana deambulando, caen acá porque los padres están borrachos o porque le pegan a la mamá y terminan durmiendo muchos acá.

¿Hacen otras actividades además del comedor y el merendero?

Si hemos sumado zumba y futbol, en la canchita ahí practican y les damos la copa de leche, también vienen las chicas de “Juntando sonrisas” y les dan apoyo escolar y hasta hicimos una huerta el año pasado.

¿Qué significa esta obra que haces?

Para mi darles y ayudar a los niños es todo, ahora que se me pone difícil y me siento tan mal, me angustio. Pero este merendero se llama “Dios proveerá” y es así muchas veces me pasa de no tener nada de nada y alguien aparece con algo.

Yo cobro mi pensión por los siete hijos y mi marido hace changas y todo lo que tenemos lo compartimos con los niños, pero llega un momento que no puedo más, ahora ha subido todo el pan está tan caro que ni siquiera puedo garantizarles un bollito de pan como antes.

Y este invierno va a ser muy duro.

¿Te imaginas dejando esto alguna vez?

No yo no puedo, creo que me muero de tristeza, ahora me tomo las cosas más relajada, pero al principio los problemas de los demás eran mis problemas, se me declaró diabetes emocional, se me ha caído el pelo, mi médico me ha prohibido hacer lo que hago, pero si yo dejo de hacer esto me muero de tristeza.

Por todo lo que te he escuchado ¿tu marido e hijos son tu apoyo incondicional?

Sí, mi marido me reprocha a veces y rezonga porque dice que vive y trabaja para los demás, pero él es mi pilar y siempre me termina ayudando, va a buscar a los chicos para que vengan a comer, me lleva a la feria o va a buscar donaciones que nos hacen y cuando me ve mal porque no puedo dar la comida, siempre se las rebusca para traerme algo y ayudarme.

Mis hijos también me ayudan mucho, los que ya no viven acá vienen a visitarme y me traen algo para los niños y los que viven acá siempre colaboran para servir la comida, acompañar a los niños. A veces me dicen que se cansan, pero yo siempre les digo que no puedo abandonar a esos niños, ellos son mi vida.

Y justamente en este mes de la mujer, ¿qué les dirías a otras mujeres desde tu lucha?

Decirles que no porque la mujer se quede sola tiene que abandonar a sus hijos, porque ellos siempre van a estar. No he sido una mamá perfecta, por supuesto que he cometido mis errores, pero abandonar a un niño eso es muy duro.

Que no tengan miedo, he visto mujeres que porque las abandonan no saben qué hacer, mientras tengas a tus hijos jamás te va a faltar nada y no vas a estar sola. Que no se queden, no esperen, sé que hay muchas que si son luchadoras y sacan a sus niños adelante, porque con toda la ayuda que ahora tienen del Gobierno para dar el bienestar a sus hijos y a ellas eso deben aprovecharlo. Cuando yo fui madre no existían todos esos beneficios y sin embargo siempre saqué adelante a mi familia.