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San Rafael Martes, 12 de Abril de 2022

Tres meses sin Intendente y cambian el Gabinete, ¿quién fue?

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12/4/2022

El Intendente oculto, bien oculto

A nadie, pero a ningún político ni del oficialismo ni de la oposición, se le pasó por la cabeza en algún momento que la decisión de realizar cambios en el Gabinete Municipal fue del concejal Paulo Campi, devenido hoy en Intendente Interino, pero solamente en lo formal.

Sí, todos y cada uno de estos actores de la Política local saben, que el autor de estos cambios fue Omar Félix, quien ostentando ser el "el hermano de Emir", que por el momento y solo por el momento le sobra, realizó todos y cada uno de los cambios, y para eso "renunciaron" a Pedro Serra, que ya no era confiable para Félix porque se estaba poniendo "demasiado prolijo", según denunciaron los proveedores más privilegiados y que vieron bajar sus ritmos de facturación en esos meses.

Dicha esta dura realidad para los sanrafaelinos que en unos años cuando lean su historia les parecerá sorprendente, nos referiremos al tema de fondo que es que al hermano del Intendente le pareció correcto mover su Gabinete y en realidad en algunos casos, como es común en Omar, movió actores de un lugar para otro, abrió profundas grietas con enemigos poderosos, y catapultó gente de la cual se arrepentirá en poco tiempo.

Sin dudas que el que pensaba era Emir. El que trabajaba, también.


Cambios, ¿qué cambios?

Si por algo Emir Félix durante tan largo tiempo no "metía manos" en su Gabinete y lo había aguantado tanto tiempo, por algo era.

En realidad, solo él y quizás su secretario Freddy Mazzamatti (quien por este momento tampoco vive horas tranquilas), manejaban desde un teléfono a secretarios, subsecretarios, direcciones, cooperativas, entidades intermedias, distritos, etc., etc., etc.,

Todo eso dejó de ser así desde el mismísimo momento en que Emir se ausentó más de 10 días y el Municipio se transformó en un verdadero "sálvese quien pueda".

Frases como: "a mí nunca me tocó nada"; "este se llevaba y yo nunca nada"; "este metió a media familia y yo a nadie"; " yo nunca toqué un peso y mirá este como vive"; " mira la S10 que se compró y nosotros seguimos con la Fiorino del 2007"; "mira donde vivía este y ahora mira que casa tiene", etc., ya son escuchadas a diario en Comandante Salas y Belgrano.

Igualmente, a Omar se le ocurrió hacer una rotación de cargos en algunos casos y en otros incorporar algunos "aparecidos".


Buenos, malos conocidos y malos por conocer

Entre los cambios que más dolieron, sobre todo a las Entidades Intermedias y Uniones Vecinales, fue el del director de Defensa Civil, Jorge Pizarro, un funcionario reconocido por la población en general. A Omar no se le ocurrió mejor idea  que enviarlo a Estacionamiento Medido.

En Estacionamiento Medido dejaron "vacante" a Raúl Guerra, un viejo dirigente Justicialista, ex concejal y ex diputado con vínculos hoy con Carlos Ciurca, quien al enterarse del "despido" de Guerra únicamente por el miedo que este le inspira a Campi, enfureció. Ese es un enemigo peligroso para Omar.

En Defensa Civil fue nombrado Adrián Vergani, (si leyó bien). Vergani dejó el tendal de horas cátedras que aun ni Liquidación de haberes ni Recursos Humanos puede dilucidar quiénes fueron los profesores de educación física que trabajaron tanto y tantas horas. Emir lo quería fuera del Municipio por su performance en las elecciones de noviembre y nadie sabe por qué le sindicaban gran parte de la derrota.

En Deportes asumió la Dirección el profesor Horacio Gómez, esposo de la legisladora provincial Paola Calle, familia tocada por la "diosa fortuna", sin ninguna duda en estos tiempos donde ganarse un peso es duro, juntar más de $600.000 del Estado Provincial y Municipal es para agradecerle a más de un Dios.

Gómez tendrá la difícil tarea de ser ecuánime con el reparto de horas cátedras y contratación de profesores. Difícil, porque para una persona tan comprometida con la causa política, con su militancia en redes y con su estilo de vida, no será fácil sin duda.

Cultura vio partir a un desgastado Diego Rodríguez Caligaris en su 4x4 y con una demanda a cuestas, lejos de cómo había llegado, muy lejos. En su lugar asumió Gustavo Bonessi, un gestor cultural bonaerense, militante ultrakirchnerista. Sabemos que fue mimo y titiritero.

¿Cuantos habitantes hay en San Rafael?  250.000. Ni una sola persona encontró Omar Félix en su San Rafael natal que supiera manejar la Dirección de Cultura. Raro, ¿no?

Los demás cambios no revestirían diferencias en la operatividad de la gestión.
A cargo de Recursos Humanos y en lugar de Raúl Gianonne quedó Alejandro Olivarez; Antonella Cristofanelli en Recaudación; Mariano Cámara en Entidades Intermedias; Rodolfo Piastrellini en Ordenamiento Territorial y Pablo Urbano en Catastro Municipal; en tanto que Giannone se hará cargo de la Dirección de Estadísticas.


¿Y cómo seguimos?

Sin ninguna duda la estrategia de Omar Félix para poder llegar "sano" a las elecciones del año que viene (donde él quiere ser candidato), es simplemente que todos los escándalos del Municipio estallen ahora, tal como está pasando.

El problema es que desde hace más de 1 mes que estalló el primer escándalo (desde una denuncia de Mediamendoza.com), que estos no cesan día a día y la tendencia es que no paren.

A los "expedientes exprés", se le sumaron el "robo de las mini palas".

Ahora está a punto de explotar un caso con una cooperativa de trabajo que estaba manejada a 2 metros de la oficina del Intendente donde hay realizadas denuncias de empleados en negro, accidentes laborales, etc.

Y la lista no tiene fin.

Mientras tanto, nadie representó ayer al departamento en la reunión del Consejo Económico, Ambiental y Social donde si hubo representantes del PJ, pero San Rafael no estuvo presente. Eso a Emir no se le hubiera pasado, porque era nada menos que saber qué se va a hacer con el dinero si no se construye Portezuelo del Viento.

Acá el destino de los habitantes de San Rafael está casi a la buena de Dios, esperando que nuestro Intendente se recupere totalmente. O por lo visto, sin Intendente y con un Virreinato donde uno manda y el otro firma.

Lamentable.