20/2/2022

En San Rafael y en todo el país el negocio de la venta de diarios y revistas se ha visto perjudicado por las nuevas tecnologías e internet. Hoy es más habitual interiorizarse de las noticias a través de los diarios y revistas en formato digital y no así en papel, como lo supo ser hasta hace apenas unos años atrás.

Jorge Eduardo Montenegro (59) es el propietario del puesto de diarios que se encuentra antes de llegar a la intersección de Mitre y Patricias Mendocinas, y sostiene que es muy difícil sostener ese negocio, excepto por las colecciones que lanzan algunas editoriales que permiten que los aficionados las sigan y así mantener esa fuente de trabajo.

Con una trayectoria de más de 20 años, asegura que el puesto de diarios le ha dado muchas satisfacciones: su casa, el estudio de sus hijos y un buen pasar, pero que poco a poco se da cuenta que eso “ya no va más” y que está pensando en retirarse.

Dialogamos con él para conocer un poco más sobre su tarea y su experiencia en el rubro.

¿Cuándo empezó con el puesto de diarios y revistas?

Yo empecé hace 24 años, esto surgió porque yo trabajaba en el Sur y conocí a la madre de mis hijos, me vine y nos casamos acá. Estuve trabajando en una vidriería y luego me quedé sin trabajo y compré esto acá.

¿Este puesto ha estado legendariamente en este lugar?

Si hace muchos años que está esto acá, cuando yo lo compré no funcionaba y de hecho me dijeron en ese momento que nunca había funcionado, pero yo lo hice funcionar.

¿En ese momento que era lo que más se vendía?

Se vendían diarios, en ese entonces como no había internet se vendía mucho diario.

Yo hace unos años atrás con la venta del diario local vivía. Hice muchas cosas con esto, en la actualidad andamos ahí, ahora cuesta llevar los número.

Con la situación actual que se está viviendo están desapareciendo muchos puestos, estamos quedando muy pocos

¿Y actualmente como continúa la venta de diarios?

Yo en la mañana tengo reparto y si bien hay gente que tiene internet y todos los medios, siguen prefiriendo el papel, pero con los jóvenes ya es otra cosa.

¿O sea que hay clientes fijos, pero no se suman nuevos?

Claro los que más quedan son mayores y cuando ellos lamentablemente ya no están pierdo un cliente, porque nuevos ya no se me suman, leen todo por la computadora o el celular. Eso sumado a que se ha perdido bastante la cultura de la lectura.

¿Y con las revistas pasa lo mismo?

Se venden pero muy pocas, lo que a nosotros nos está salvando son las colecciones de autos por ejemplo. Pero es un rubro que ha entrado en crisis porque las ventas han bajado por la situación económica, de hecho han cerrado en Buenos Aires una cantidad de puestos de diarios y acá también han cerrado dos o tres.

Es un rubro que ido cambiando y muchos han empezado a llevar juguetes o le agregan gaseosas y otras cosas para tratar de salvar.

¿Actualmente que es lo que más pide la gente?

Son las colecciones, de autos, de armados, de cocina, colecciones de cuchillos. Esas cosas es lo que más se está vendiendo.

¿Para seguir eso la gente se las encarga con anticipación?

Si sí es importante que la gente nos diga, porque después es muy difícil conseguir los números que ya pasaron. Hay gente que muchas veces las empieza pero después no las puede continuar por eso es importante empezar y terminarlas.

Después otra de las cosas que se venden son las revistas para las maestras, para los niños, sobre todo mucho para colorear, los turistas las llevan para que los niños pinten en el viaje.

Antes también solían venderse mucho las revistas de tejido pero ahora ya no.

¿Y de las colecciones tiene clientes fijos?

Si tengo varios clientes fijos con muchas colecciones, el coleccionista es fiel y siempre es gente que puede invertir en eso. Porque hacer una colección por ejemplo de un armado cuesta más de 250 mil pesos. Es una inversión importante.

Las distribuidoras emplazan todo a las capitales, en Mendoza se consiguen muchas más colecciones y te mandan una cantidad limitada.

¿Y cómo es un día suyo?

Me levanto a las 5 de la mañana, vengo a buscar los diarios y hago el reparto después me vengo para acá hasta la 1, porque a la tarde ya hago otras cosas.

¿Proyectos?

Ahora me estoy dedicando a tratar de vender todo, porque ya son muchos años y mis hijos ya son estudiados, trabajan y me dicen que lo deje y disfrute más de la vida.

Este puesto está para trabajarlo muy bien, creo que si se le agregan cosas y lo agarran mañana y tarde andaría muy bien, asique estoy pensando en venderlo.