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Cultura Columna Martes, 14 de Enero de 2020

Diario de un viaje

Kurt Ottosen se encuentra de intercambio estudiantil en Alemania, en el marco de un programa del Rotary Club. Cada semana compartirá con los lectores de Mediamendoza, sus experiencias sobre este interesante viaje. 

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15/01/2020

Castillo Neuschwanstein

Durante años hemos visto en las películas, o en persona, el famoso castillo de Disney, pero ¿a quién se le ocurrió ese diseño? La respuesta es sencilla, Walt Disney, luego de visitar Alemania decidió replicar una obra arquitectónica que lo había maravillado.

En la región de Algovia, al suroeste del estado alemán de Baviera, en una ladera de las grandes y verdes montañas se encuentra, al borde del desfiladero, el castillo de Neuschwanstein. La construcción del mismo fue ordenada en el año 1869 por el rey bávaro Luis II.

A diferencia de lo que muchos creíamos no es un verdadero castillo medieval que se haya construido con una visión estratégica; sino que nació de la imaginación de Luis II para construir, según lo que él decía, “un romántico e idealizado castillo medieval”.

Dicho castillo es hoy, para Alemania, lo que es la Torre Eiffel para Francia o las pirámides para Egipto, recibiendo un promedio de 1.5 millones de visitantes por año. Aunque su atractivo no muere en lo estético, sino en lo moderno e innovador que fue para el mundo; en él se colocó el primer inodoro con descarga de agua de la región; el primer teléfono móvil de la historia –con una cobertura de solo seis metros-; una cocina que aprovechaba el calor siguiendo la doctrina de Leonardo da Vinci; entre otras cosas.

Las formas de acceder al castillo son dos, caminando o a caballo, caminando se tardan unos 35 minutos, aproximadamente, desde la entrada al predio protegido.

La atracción no solo es llegar al castillo, también lo es cruzar el puente de hierro que une dos montañas a varios metros de altitud superiores al sueño de Luis II, permitiendo contemplar una gran cascada y, por supuesto, la edificación completa; puente que brinda un paisaje ideal para una fotografía de recuerdo.

El castillo fue construido de forma convencional con ladrillos (400.000 mil ladrillos) y posteriormente revestido con diferentes tipos de piedras. La blanca piedra caliza revista las fachadas (cantidad incalculable); la arenisca las puertas y miradores (1550 toneladas); y el mármol está presente en las bóvedas, columnas y capiteles (465 toneladas). Cabe mencionar que estos minerales no se encuentran en la misma montaña que el castillo, por lo que requirieron ser transportados algunos kilómetros. En la construcción y traslado de materiales se utilizaron andamios (2050 mts3 de madera para andamios) y grúas a vapor. Brindando empleo a más de 300 personas diariamente (el trabajo era continuado incluso por las noches, a la luz de los candiles) se convirtió en el mayor empleador por dos décadas seguidas.

La historia cuenta que las excentricidades del rey ocasionaban un gasto intolerable para el pueblo, por lo que estaba perdiendo el apoyo del mismo; tal fue así que un dictamen médico lo declaró incapacitado para gobernar y se ordenó su internación en un centro psiquiátrico; la leyenda dice que la familia se complotó para internarlo y arrebatarle el trono; aunque lo cierto es que desde su internación hasta sus últimos días no volvió a ser libre. El 13 de junio de 1886 Luis II fue encontrado muerto en el lago de Starnberg, causando un gran revuelo ya que era un excelente nadador y difícilmente se haya ahogado en soledad.

El rey se mudó a su castillo en 1884, fecha en la que aún no estaba terminado… si sacamos las cuentas vivió en el apenas unos meses, su sueño se vio truncado.

Una historia digna para el cine…

¡Abrazo y hasta la próxima!