Diario de un viaje: Coronavirus en Alemania

13/03/2020

Coronavirus en Alemania

Hace 7 meses y 13 días llegué a Alemania para iniciar mi año de intercambio; aprender un nuevo idioma y una cultura diferente.

Jamás pensé que eso quedaría en segundo plano para afrontar, sin mi familia, una crisis epidemiológica como el COVID-19.

Hasta hace unos días, al igual que en Argentina, el coronavirus parecía cosa de otro mundo, algo muy lejano, pero un suceso cambió rápidamente el panorama; desde el 22 de febrero hasta el 1 de marzo tuvieron lugar las vacaciones de invierno, por lo que cientos de personas -principalmente del sur de Alemania, donde yo vivo- viajaron al norte de Italia y, al regresar, los estudiantes volvieron a clases y en menos de 13 días el número de infectados por coronavirus pasó de 0 a 2078.

Esto se debe a que recién el viernes 6 de marzo le ordenaron a los estudiantes que habían viajado a Italia que abandonasen los establecimientos educativos e ingresasen al periodo de cuarentena, pero ya era tarde.

Hoy, 13 de marzo, nos anunciaron que los eventos multitudinarios y el dictado presencial de clases (continuaremos cursando vía online) quedan suspendidos por un mínimo de 5 semanas con posibilidad de extensión, así mismo aconsejaron que salgamos de nuestros hogares lo mínimo e indispensable; que nos lavemos las manos y evitemos el contacto corporal con personas ajenas al círculo familiar.

Tal como podrán deducir, la situación es compleja, aunque los alemanes -fieles a su carácter- están muy lejos de entrar en paranoia. La situación se ha tomado con muchísima atención por parte del gobierno, aunque la sociedad reclama que estas últimas medidas se deberían haber aplicado desde un primer momento.

Lejos de subestimar la pandemia la canciller alemana Angela Merkel anunció que según los datos suministrado por las áreas de salud entre un 60 y 70 por ciento de los alemanes contraerán/ ¿contraeremos? el virus. Debido a esto los habitantes hemos comenzado a acopiar diferentes clases de alimentos y productos de primera necesidad en nuestros hogares; tal es así que los grandes supermercados han sufrido desabastecimiento de los productos básicos, por lo cual se ha decidido reducir el nivel de exportaciones para garantizar el abastecimiento nacional; agravando la situación de países como Italia o España.

Ruego para que la situación mejore lo antes posible y no nos convirtamos en la próxima Italia de Europa; así mismo espero que el gobierno argentino abra los ojos y aprenda de los errores que aquí se cometieron por subestimar la pandemia; aún hay tiempo de salvaguardar nuestra sociedad y evitar un colapso del sistema de salud pública.