de
00:00 hs

Futbol Copa America Sabado, 15 de Junio de 2019

Brasil puso primera ganando ante una débil Bolivia en el puntapié de la Copa América

El Scrach hizo su presentación en el estadio Morumbi, y terminó siendo una cómoda victoria contra el seleccionado del Altiplano por 3 a 0. Comenzando de buena manera la ilusión de ganar el certamen en condición de local.

Sabado, 15 de Junio de 2019
Mediamendoza El Diario del Sur de Mendoza. Buscanos en Facebook, Twitter e Instagram
15/06/2019

Como dato de color podemos decir que cada vez que la verde amárela organizo el torno terminó levantando el trofeo. Más allá que la victoria podía tornarse previsible se puede dividir claramente en dos fragmente. Definitivamente fue 3 a 0 con dos anotaciones de Coutinho y la restante de Everton para superar la primera prueba.

Lejos de causar sorpresa el desarrollo tuvo a un conjunto anfitrión que logro el monopolio total del esférico. Generando algunas aproximaciones que hacían temblar al fondo verde, sin embargo, con el correr de los minutos fue careciendo de lucidez, siendo presa de la telaraña boliviano logrando llevar el primer tiempo a buen puerto para ellos terminando 0 a 0.

En la parte final, Brasil incremento un tanto el ritmo y prontamente llego la jugada Bisagra, una mano de un defensor visitante cobrada a instancias del VAR por el argentino Néstor Pitana. Lo cambio por gol Coutinho a los 5 minutos. La ventaja le dio un golpe duro al equipo a priori más débil de la competición. Y sobre llovido mojado, después de un centro de Firmino apareció nuevamente Coutinho a los 8 para el 2 a 0.

Bolivia se vio impotente teniendo que cambiar drásticamente su planificación para este duelo, claramente pagando caro ser el país que menos evolución futbolística ha mostrado a lo largo del tiempo. La verde amárela decoro el resultado con un gran gol de Everton, un remate que dejo sin opciones a Lampe, a falta de cinco minutos para el final. A pesar de la victoria llamo la atención la frialdad del público con su selección, hasta despertando silbidos por momentos.

Por Ricardo Paredes