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En uno de los encuentros más cortados de la historia, donde nadie se salvo de la crítica, Huracán y Boca igualaron 0-0. El Globo perdió la posibilidad de llegar a la punta.
Huracán perdió la chance de llegar a la punta de la Liga Profesional de Fútbol al igualar con Boca Juniors 0-0 en Parque de los Patricios en un partido muy pobre, con escasos minutos de juego neto, muy pocas acciones de gol y demasiadas protestas, con un arbitraje que acompañó el mal desempeño de los futbolistas.
Con este resultado, Huracán quedó a un punto del líder Vélez Sarsfield, que este domingo visitará a Godoy Cruz en Mendoza. Boca Juniors, por su parte, quedó quinto en la tabla anual y de momento estaría clasificando a la Copa Libertadores 2025, habida cuenta de la plaza que liberará Racing en la tabla anual al haber ganado la Copa Sudamericana.
El Xeneize, que utilizó un equipo con varios suplentes, tendrá también la chance de acceder al certamen continental si gana la Copa Argentina cuya semifinal ante Vélez se disputará el próximo miércoles en Córdoba.
El inicio del partido fue prometedor, con una buena acción colectiva de Boca iniciada por el motivado Frank Fabra y terminada por Kevin Zenón con un disparo que se fue cerca del segundo palo.
Pero de ahí hasta el silbato final de Hernán Mastrángelo, la primera mitad fue patética. El desarrollo fue sumamente cortado, sin situaciones de gol, impreciso, horrible. Casi no se jugó.
Y para colmo de males, en Huracán sacaron el alambrado de una platea y la gente, en vez de aprovecharlo para disfrutar mejor del encuentro, le empezó a arrojar cosas al banco de Boca.
Y esa situación generó que el partido esté interrumpido durante unos diez minutos hasta que la policía intervino y se ubicó en la zona para evitar que los inadaptados interrumpan otra vez la acción.
La parte complementaria no fue mejor. Creció algo Huracán que tuvo un par de chances con un cabezazo de Rodrigo Echeverría que atajó Sergio Romero y un tiro libre de Williams Alarcón que rozó en Milton Giménez y se fue al córner, cerca del ángulo.
En medio de ambas acciones el árbitro del partido cobró un penal insólito para el anfitrión por una supuesta falta a Walter Mazzantti que no existió. El VAR rectificó el fallo y el partido terminó sin goles, como lógica consecuencia de dos equipos que se dedicaron más a protestar que a jugar.