Las autoridades informaron novedades respecto al monitoreo de los volcanes de la región. En el caso del Volcán Peteroa, se detalló que su actividad se mantiene dentro de parámetros similares a los observados el mes pasado, sin registrar variaciones relevantes ni signos de alerta adicionales.

Volcán Planchón Peteroa

La situación es distinta en el Volcán Maule, donde en los últimos días se registró un incremento importante de la actividad sísmica. Si bien por el momento no se han observado manifestaciones superficiales como emisiones de ceniza, gases o cambios visibles en el entorno, el aumento de sismicidad llevó a mantener la vigilancia reforzada sobre este macizo.

Actualmente, el Volcán Maule permanece en alerta amarilla, lo que implica que presenta cambios en su comportamiento respecto a su actividad base y que existe la necesidad de un monitoreo constante. Este nivel de alerta no significa un riesgo inmediato para la población, pero sí requiere atención especial por parte de los organismos técnicos y de protección civil, que siguen de cerca la evolución del fenómeno.

El seguimiento de ambos volcanes se realiza de manera permanente y los informes oficiales remarcan la importancia de mantenerse atentos a los reportes de las autoridades competentes, sobre todo en sectores cercanos a las zonas cordilleranas.