La ministra de Energía y Ambiente fue la encargada de moderar las ponencias sobre innovación para el cuidado ambiental, en las que se pusieron sobre la mesa nuevas tecnologías limpias y respetuosas con el entorno. Se destacó que la vinculación con la comunidad, la información transparente y los altos estándares son centrales.
La ministra de Energía y Ambiente, Jimena Latorre, fue la encargada de moderar el panel Sostenibilidad: Desafíos y el rol de las empresas mineras, en la Primera Cumbre de Minería Sostenible de Mendoza, donde los temas ambientales vinculados a las energías limpias y a la industria tuvieron un rol central.
De este panel participaron expertos y representantes de empresas multinacionales de energía y minería: Juan Cortese, de la minera australiana BHP; Santiago Cichetti , de la multinacional británico-australiana Río Tinto; Carlos Chana, de Environment Resources Managment (Gestión de recursos naturales); Mariana Abugattas, de Glencore; Steve Andersson, de Fist Quantum Minerals, y Flavia Royón, consultora y exsecretaria de Energía de la Nación.
Latorre abrió el panel con una pregunta sobre la importancia de la inversión en infraestructura e innovación de la industria minera en industrias vinculadas, como la energética. Juan Cortese, representante de BHP, compartió ejemplos del impacto positivo de la empresa en Chile, donde la compañía lideró iniciativas que transformaron la industria minera.
"En 2019, BHP decidió anticipar el fin de sus contratos de energía basada en carbón, reemplazándolos por acuerdos de energía renovable, una medida audaz que costó 780 millones de dólares. Esta decisión no solo redujo significativamente las emisiones de carbono de sus operaciones, sino que también impulsó el crecimiento de la industria de energías renovables en el país", contó Cortese.
Además, Juan Cortese subrayó el liderazgo de BHP en la gestión sostenible del agua. Desde 2006, la compañía ha invertido más de 4 mil millones de dólares en plantas desaladoras, estableciendo un nuevo estándar en la industria minera al priorizar el uso de agua desalada en lugar de agua continental, especialmente en regiones áridas como el desierto chileno.
Estas iniciativas, según el experto, no solo benefician a la empresa, sino que también generan un efecto multiplicador positivo en las comunidades y otras industrias.
"Es importante entender que el impacto de la minería no se limita a los minerales que produce, sino también a cómo los produce. La sostenibilidad y la innovación son clave para traccionar cambios positivos en toda la industria", concluyó.
Nuevas tecnologías para una extracción limpia y segura
Latorre preguntó al representante de Río Tinto sobre tecnologías vinculadas a la sustentabilidad y las políticas de vinculación con la comunidad. Santiago Cichetti aseguró que Río Tinto tiene dos iniciativas clave que ejemplifican el potencial de las nuevas tecnologías para reducir el impacto ambiental y promover la sostenibilidad.
El primer ejemplo fue Élisis, una tecnología revolucionaria para la producción de aluminio que elimina la necesidad de fundición, reduciendo las emisiones de carbono a cero y produciendo oxígeno como subproducto. "Este tipo de desarrollos muestra cómo invertir en innovación puede abrir puertas hacia una minería completamente diferente, eliminando pasivos ambientales que hoy parecen inevitables", explicó Cichetti.
El segundo caso destacado fue Newton, una tecnología que utiliza microorganismos para lixiviar cobre, reduciendo drásticamente el uso de químicos, agua y emisiones de carbono, además de eliminar la necesidad de diques de cola.
"Newton está en fase de pruebas en dos proyectos clave en San Juan: Altar, operado por Aldebaran Resources, y Los Azules, de McEwen Copper. "De aplicarse exitosamente, esta tecnología podría marcar un antes y un después en la minería, no solo en Argentina, sino a nivel global", afirmó el representante de Río Tinto.
Sobre estas innovaciones también habló Carlos Chana, de Environment Resources Managment, un profesional con más de 30 años de experiencia en el área de servicios medioambientales.
Chana destacó el momento crucial que atraviesa Mendoza para abordar el desarrollo minero de manera sostenible e innovadora. "Hoy tenemos empresas globales y modernas, con experiencia acumulada, lo que permite a Mendoza tomar una hoja en blanco y empezar a escribir una nueva historia de minería sostenible, con un enfoque local e inteligente", afirmó.
Reconociendo los esfuerzos realizados hasta ahora, Chana subrayó la importancia de seguir trabajando con compromiso y visión. "Mendoza está arremangándose y avanzando, y ese es el camino hacia una minería responsable y sustentable. Este es nuestro momento para dar el siguiente paso", concluyó.
Su mensaje invita a reflexionar sobre las oportunidades que la minería sostenible puede ofrecer, combinando desarrollo económico, innovación y respeto por el medio ambiente.
El impacto positivo en las sociedades
Latorre consultó a la ex secretaria de Energía y exsecretaria de Minería de la Nación, Flavia Royon, sobre el impacto de la minería sustentable en el desarrollo en las comunidades.
Royón destacó el impacto positivo de la minería en Argentina, no solo en la generación de empleo directo, sino también en los empleos indirectos que dinamizan sectores como el transporte y el turismo.
"En un año donde muchas provincias enfrentaron pérdidas de empleo, las regiones vinculadas al litio, como Salta, mostraron crecimiento gracias al desarrollo minero", afirmó.
Royon subrayó que la experiencia de Salta con el litio, impulsada mediante un plan de desarrollo sostenible debatido en el Consejo Económico y Social, es un ejemplo de cómo la minería puede traccionar el crecimiento económico respetando criterios ambientales y sociales. Además, enfatizó que Argentina vive una oportunidad histórica con la transformación de sus recursos naturales en riqueza, ofreciendo mejores oportunidades a las generaciones futuras.
"La minería no es sinónimo de preservación pasiva, sino de generación de riqueza consciente. En provincias como San Juan, donde la mayor parte del territorio es desierto, la minería se posiciona como un motor esencial para el desarrollo", afirmó.
También remarcó la necesidad de avanzar desde la exploración hacia la explotación de los proyectos, ya que esta etapa inicial también genera un impacto significativo en las economías locales a través de empleos, contrataciones y servicios en comunidades cercanas.
Royon llamó a que todos los argentinos comprendan la importancia de la minería como vector de desarrollo nacional, subrayando que esta industria no solo equilibrará el crecimiento regional, sino que también permitirá generar riqueza y empleo en el interior del país.
Mariana Abugattas, de Glencore, subrayó la importancia de priorizar la inversión en metales estratégicos como el cobre, clave para la transición energética global. Hizo hincapié en la riqueza no solo mineral, sino también humana de Argentina, señalando que el desarrollo minero debe estar sustentado en políticas de fomento que brinden certidumbre y promuevan una minería responsable.
"Esto no es un cheque en blanco. Tenemos el reto de materializar proyectos cumpliendo estrictamente con normas y estándares internacionales", afirmó.
Abugattas también resaltó la importancia de integrar sostenibilidad en todas las decisiones empresariales. "No solo hablamos de tecnología o energía renovable, sino también de diversidad, capital humano y gestión del agua, un tema crítico en toda la región", indicó, elogiando la planificación hídrica de Mendoza como ejemplo emblemático.
Finalmente, propuso la creación de un observatorio para formular proyectos, promoviendo transparencia, rendición de cuentas y confianza entre las empresas mineras y las comunidades. "Solo con una visión integral y el trabajo conjunto entre empresas, gobiernos y organismos internacionales lograremos transformar los recursos en bienestar para todos", concluyó.
Para cerrar, Steve Andersson destacó la importancia de la exploración como el primer paso en el desarrollo minero, enfatizando su papel como la base del negocio y el punto inicial de interacción con las comunidades locales.
"Somos los primeros en llegar al territorio, y nuestra responsabilidad es presentarnos de manera clara y transparente, controlando las expectativas y derribando mitos sobre la minería", afirmó.
Andersson explicó que, aunque muchas personas asocian un proyecto de exploración con la construcción inmediata de una mina, en realidad, el camino desde el descubrimiento hasta la producción puede extenderse por más de una década, y solo una fracción de los proyectos llega a etapas avanzadas.
Compartió la experiencia de su equipo en Argentina, donde trabajan en proyectos como Vendaval, un pórfido de cobre y oro en Salta en etapa temprana, y Takataka, una exploración avanzada que podría avanzar hacia su construcción. Estas experiencias permiten abordar de manera efectiva el manejo de expectativas, ajustando presupuestos, objetivos y el nivel de interacción con las comunidades a lo largo del tiempo.
"La exploración inicial es un proceso simple: geólogos caminando por montañas con una lupa, un martillo y bolsas para recolectar muestras de suelo o roca que luego se analizan. Sin embargo, es un paso crucial para construir relaciones de confianza y generar beneficios mutuos con las comunidades, ya sean ciudades, pueblos o villas con población indígena", concluyó Andersson, subrayando la importancia de una comunicación honesta y una visión compartida del desarrollo.