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Mendoza

El apuro del PJ mendocino por las elecciones: ¿prioridades equivocadas?

Miercoles, 25 de Junio de 2025

En un contexto social y económico cada vez más apremiante, el Partido Justicialista mendocino parece tener una sola urgencia: definir las fechas de las próximas elecciones. Mientras la ciudadanía enfrenta problemáticas más acuciantes como la inflación, el desempleo, la inseguridad, etc. el PJ local enfoca sus energías en cerrar internas y alinear candidaturas.

El contraste es notorio. Mientras miles de argentinos hacen malabares para llegar a fin de mes, los principales referentes del justicialismo provincial se reúnen, debaten y presionan con una intensidad llamativa en torno a un calendario electoral. El mensaje que transmiten es claro, aunque preocupante: las prioridades del partido no parecen coincidir con las del pueblo.
La senadora por el PJ, Adriana Cano, se puso al frente de una estrategia judicial insólita: recurrir a la Suprema Corte de Mendoza para imponer al gobernador Alfredo Cornejo una definición sobre si unificará las elecciones provinciales con las nacionales o las dejará desdobladas, apelando a una declaración de "inconstitucionalidad por omisión".
 
Desde una perspectiva crítica, es llamativo que el PJ salga a la Justicia para definir fechas mientras no plantea iniciativas concretas sobre los temas que realmente golpean a la gente. Se aprecian más preocupaciones por tiempos electorales que por tiempos de crisis.

No se trata de desconocer la importancia institucional de organizar comicios. Pero sí de cuestionar el sentido de urgencia que le imprime el PJ, como si definir candidatos fuera la solución a los problemas estructurales del país. Esta insistencia también deja entrever una lógica política que pone por delante los intereses partidarios antes que el bienestar colectivo.

Una dirigencia verdaderamente comprometida debería estar concentrada en ofrecer respuestas concretas a los desafíos cotidianos de la sociedad. El debate más necesario hoy no es si las elecciones serán en agosto o en octubre, sino qué se hará para frenar el avance de la pobreza, mejorar la calidad educativa o garantizar el acceso a la salud.

Mientras tanto, la sensación de desconexión entre la política y la realidad crece. Y con ella, la desconfianza de una ciudadanía que ya no cree en discursos, sino en acciones.

El PJ tiene la oportunidad -y la responsabilidad- de corregir el rumbo. Pero para eso, primero debe entender que hay tiempos que no se marcan en un calendario electoral, sino en la urgencia de la vida cotidiana de millones de argentinos.

La pregunta final es si el PJ mendocino tomará nota de que la paciencia de la ciudadanía está siendo puesta a prueba. Porque la gente, por ahora, parece exigir definiciones muy distintas a las que proponen Cano y demás referentes del PJ. Y ellas no aparecen en ningún calendario electoral.