Era la última elefanta en cautiverio del Ecoparque y de Argentina. Recorrió 3.600 kilómetros en un viaje que llevó más de siete años de preparación y entrenamiento. Comienza una vida con otros de su especie, en un predio de 1500 hectáreas en el Mato Grosso.
Kenya, la última elefanta del Ecoparque y la única que quedaba en cautiverio en Argentina, llegó al Santuario de Elefantes de Brasil, donde tendrá una vida con otros de su especie, en un predio de 1500 hectáreas en el Mato Grosso.
Su traslado marca un hito para el personal del Ecoparque de Mendoza y la Argentina, ya que el proceso de preparación comenzó en 2017 con entrenamientos para obtener su colaboración para las revisiones veterinarias y la obtención de muestras para el Certificado Veterinario Internacional, así como para que afrontara el viaje con el mínimo estrés posible.
"Estamos todos muy emocionados, Ignacio fue compartiendo el momento a momento del viaje. Es una alegría enorme ver cómo avanzamos en este cambio de paradigma. No queremos que ningún animal vuelva a pasar por lo que vivió Kenya. El Ecoparque debe ser, como siempre debió, un espacio de rehabilitación y respeto por la vida silvestre", afirmó la ministra Jimena Latorre.
"Llegamos, después de 3.600 kilómetros, meses de entrenamiento, años de planificación. Un mundo de posibilidades se le abre: Kenya va a poder estar con otros de su especie, oler pasto húmedo y fresco, rascarse contra un árbol y moverse con libertad", dijo emocionado el director de Biodiversidad y Ecoparque, Ignacio Haudet, quien acompañó al animal durante todo el trayecto.
"Para nosotros es una misión cumplida y una alegría enorme porque significa que lo logramos. Agradezco muchísimo el acompañamiento de cada una de las autoridades que también han estado siguiendo y acompañando este traslado. Creo que refleja cómo el Gobierno en su totalidad está trabajando en conjunto para las causas comunes", agregó.
"Seguiremos trabajando por el resto de los animales que nos queden en el Ecoparque, pero también para los animales que están en silvestría en nuestra provincia y trabajando para conservar nuestra biodiversidad", concluyó Haudet.
Kenya tiene 44 años y llegó a Mendoza por canje en 1985 mediante un convenio con el zoológico alemán Tierpark Hagenbeck. Nació en 1981 y arribó al entonces exzoo con solo 4 años.
"Hoy Kenya tiene la oportunidad de iniciar una vida en este escenario natural en donde va a poder vivir por primera vez con otros elefantes de su misma especie. Lo que está sucediendo hoy es muy importante no tan solo para Mendoza, sino también para el país porque de alguna manera estamos concluyendo un ciclo histórico de 136 años de cautividad de elefantes en la Argentina", dijo Leandro Fruitos, consejero de la Dirección Biodiversidad y Ecoparque por parte de la Fundación Franz Weber.
El viaje luego de un arduo entrenamiento
La elefanta viajó en un contenedor especialmente diseñado para su especie, en cumplimiento con las normativas internacionales de CITES, que dan pautas estrictas para el transporte de animales vivos.
Durante el traslado, solo tres personas tuvieron contacto directo con la elefanta, ya que la prioridad era que estuviera tranquila y se sintiera acompañada: Scott Blais, fundador del santuario; la veterinaria experta Trish London; y el entrenador de Kenya en el Ecoparque, Marcos Flores.
Para que este viaje fuera posible hubo un arduo trabajo de 7 años con la elefanta, que incluyó análisis sanitarios, permisos nacionales e internacionales, acuerdos y un entrenamiento por parte de la Dirección de Biodiversidad y Ecoparque, con la colaboración del Santuario de Elefantes de Brasil y la Fundación Franz Weber.
Se utilizó el método de condicionamiento operante con refuerzo positivo, asegurando que el proceso respete la voluntad del animal.
Cómo será su vida
El Santuario de Elefantes de Brasil (SEB), ubicado en Mato Grosso, es una organización sin fines de lucro única en Sudamérica. Su objetivo es transformar las vidas y el futuro de los elefantes cautivos en América del Sur.
Su origen se remonta a 2012, a partir de la alianza internacional entre Elephant Voices y Scott Blais, cofundador de The Elephant Sanctuary en Tennessee, Estados Unidos. Esta alianza dio lugar a Global Sanctuary for Elephants, que en 2013 sienta las bases de la Asociación SEB en suelo brasileño.
El santuario obtuvo la habilitación de operación por parte del Gobierno brasileño en 2018 y, recientemente, certificó estándares de excelencia por parte de The Global Federation of Animal Sanctuaries, convirtiéndose en la única institución latinoamericana con este prestigioso aval.
El santuario tiene un bioma apropiado para la especie, posee recintos completamente naturales y matorrales y áreas abiertas cubiertas de vegetación. Cada recinto tiene dimensiones muy amplias: entre 40 y 400 hectáreas cada uno. Allí, se les proveen dietas excepcionales a los animales y tienen atención veterinaria de alta calidad durante toda su vida.
Kenya además ya puede socializar con otros elefantes y vivir en condiciones mucho más cercanas a su naturaleza. Su traslado representa un gran avance en la protección y el compromiso con los derechos de los animales.