La víctima se llamaba Gimena Sabrina Gómez, tenía 38 años y era madre de cuatro hijos. La Justicia puso la lupa sobre su pareja.
Maipú no sale de la conmoción tras la muerte de Gimena Sabrina Gómez, una mujer de 38 años y madre de cuatro hijos que apareció ahorcada en su propia casa.
El hecho salió a la luz tras un llamado al 911 donde un hombre desesperado pedía ayuda tras asegurar que había encontrado a su pareja muerta.
La investigación, a cargo de la fiscal de Homicidios Florencia Díaz Peralta, intenta avanzar entre contradicciones, la falta de testigos y de registros fílmicos que permitan reconstruir con precisión lo que pasó.
Lo que está claro es que ocurrió en la casa de Antártida Argentina y Pringles, donde vivía la víctima con Jorge Miranda, su pareja.
A una semana de la muerte de la mujer, la justicia todavía no pudo establecer si se trató de un suicidio o un femicidio.
Tras el llamado de Miranda, quien aseguró que al volver a su casa encontró a Gómez colgada, los efectivos de la comisaría 54 se acercaron al domicilio y constataron que el cuerpo de la mujer estaba en una situación compatible con un suicidio.
Sin embargo, el análisis de la escena y el contexto llevó a la fiscalía a profundizar la investigación.
La víctima estaba en la parte trasera de la propiedad, donde también funciona un taller.
La disposición del cuerpo, el uso de la cadena y las características del ambiente en el taller generaron las primeras dudas entre los investigadores, que no descartan que un escenario montado.
Mientras esperan el resultado definitivo de la autopsia para precisar la mecánica de la muerte, posibles signos de defensa y cualquier indicio compatible con la intervención de terceros, los investigadores mantienen el foco en la declaración de Miranda.
Según la versión de la pareja de Gómez, a la que accedió y difundió el diario El Sol, al momento del hecho había salido de la casa parallevar a su padre, una persona con discapacidad, a un club de bochas de la zona, y aseguró que estuvo ausente durante aproximadamente dos horas.
Sin embargo, el análisis de las cámaras de seguridad instaladas en ese club permitió establecer que Miranda llegó al lugar, dejó a su padre y se retiró casi de inmediato, para regresar recién unos 40 minutos después.
Esa ventana horaria, que el imputado no pudo explicar, es una de las contradicciones que la fiscalía consideró relevante para avanzar en la detención.
Además, Miranda presentaba dos lesiones recientes, una en el cuello y otra en un brazo, compatibles con rasguños. Él dijo que discutió con Gómez porque ella, que tenía problemas de consumo de sustancias, le pidió drogas y él se negó.
Por otro lado, los investigadores avanzan con la recolección de información sobre el vínculo entre Gómez y Miranda: si existían antecedentes de denuncias, intervenciones policiales y el testimonio de vecinos y allegados a la pareja.
Por estas horas, también se analizan las comunicaciones recientes y los movimientos de ambos en las horas previas al hallazgo del cuerpo de la víctima.
La causa es investigada por la Fiscalía de Homicidios, a cargo de la fiscal Peralta, quien ordenó el secuestro de elementos, el registro fotográfico, entrevistas en el entorno y el resguardo de la escena.
Ante la posibilidad de un femicidio encubierto como suicidio, Miranda quedó aprehendido de forma preventiva. Mientras tanto, los restos de la víctima aún no fueron entregados a la familia.
Fuente: TN