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Mundo EE.UU. Jueves, 24 de Mayo de 2018

Tiene 30 años y sus padres lo demandaron porque no se quería ir de la casa

Michael Rotondo no estudia ni trabaja. Tampoco aportaba para los gastos ni colaboraba con las tareas domésticas. Qué decidió la Corte Suprema de Nueva York.

Jueves, 24 de Mayo de 2018
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24-05-2018

Michael Rotondo tiene 30 años y está convencido de que es víctima de grupos de conservadores por ser "un millennial liberal". Lleva el pelo largo atado con una colita, no estudia ni trabaja, y sus propios padres lo demandaron porque no se quería ir de su casa en Syracuse, Nueva York.

Christina y Mark Rotondo, los papás del joven, acudieron a la Corte Suprema del estado, después de agotar las primeras instancias para que Michael se hiciera cargo de su propia vida. Primero le dejaron de cocinar, luego le prohibieron que lavara su ropa en las lavadoras y finalmente comenzaron a enviarle una serie de cartas que presentaron ante la justicia.

Michael tiene 30 años y sus padres lo demandaron porque no se quería ir de la casa

La primera está fechada el 2 de febrero. "Después de una discusión con tu madre, hemos decidido que debes dejar esta casa de inmediato. Tenés 14 días. No se te permitirá retornar. Tomaremos las acciones que fueran necesarias para respaldar esta decisión".

Sus padres, Christina y Mark, le enviaron una serie de cartas intimidatorias antes de acudir a la justicia.

Luego llegó una segunda, más intimidatoria: "Michael Joseph Rotondo, por la presente, estás desalojado".

En la tercera incluso le ofrecieron plata, 1.100 dólares, para que se fuera. "Hay trabajos disponibles incluso para alguien como vos, que no tiene un buen historial laboral. Conseguí un trabajo, tenés que trabajar".

Los Rotondo en una postal familiar feliz.

Durante los últimos diez años, Michael vivió en casa de sus padres sin aportar dinero ni colaborar en las tareas del hogar. Tuvo un trabajo por un período breve en la cadena Best Buy, pero renunció cuando le pidieron que trabajara los sábados e inició una demanda por más de 300 mil dólares.

Una de las cartas que el matrimonio le envió a su hijo. "Conseguí un trabajo. ¡Tenés que trabajar!".

En el litigio con sus padres se representó a sí mismo y se mostró satisfecho con la atención mediática que generó el caso. Sin embargo, el resultado no estuvo de su lado. El juez ordenó que abandonara de una vez y para siempre la casa de sus padres. Cuando Michael pidió un plazo de seis meses, la respuesta del magistrado fue categórica: "No, ¡quince días!".

Fuente: tn.com.ar