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Mundo Viernes, 17 de Junio de 2022

El Reino Unido firmó la extradición de Julian Assange a Estados Unidos

La ministra británica de Interior, Priti Patel, firmó la orden para entregar al fundador del sitio web WikiLeaks. Este último tiene 15 días para apelar la decisión.

Viernes, 17 de Junio de 2022
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17/6/2022


El gobierno de Reino Unido dio luz verde a la extradición del fundador de WikiLeaks, Julian Assange, a Estados Unidos. El periodista está acusado de difundir documentos confidenciales y podría recibir una sentencia de hasta 175 años de prisión. Sus defensores  apelarán esta decisión que marca "un día negro para la libertad de prensa".

"En virtud de la ley de 2003 sobre la extradición, la ministra (Priti Patel) firmará una orden si no hay ningún motivo que la prohíba", explicó un portavoz del Ministerio del Interior.

En un comunicado, el portal WikiLeaks calificó de "día oscuro para la libertad de prensa y la democracia británica" la resolución de Reino Unido, en el cual Assange tiene 15 días para apelar esta decisión.

"Cualquiera en este país que se preocupe por la libertad de expresión debería estar profundamente avergonzado de que la ministra del Interior haya aprobado la extradición a Estados Unidos, el país que planeó su asesinato", aclaró este último.  

En el texto, WikiLeaks adelantó que apelará la decisión, algo que solamente podrá hacer si el Tribunal Superior británico lo autoriza, con la posibilidad de ir en última instancia ante el Tribunal Europeo de Derechos Humanos.
 
El caso WikiLeaks

La justicia de Estados Unidos quiere juzgarlo por difundir, a partir del 2010, más de 700.000 documentos secretos sobre las actividades diplomáticas y militares de aquel país, particularmente en los territorios de Irak y Afganistán.

Entre esos documentos publicados se encontraban videos que mostraban a civiles, incluidos dos periodistas de la agencia de noticias Reuters, asesinados por disparos de un helicóptero de combate estadounidense en Irak en julio de 2007.

Las organizaciones de derechos humanos denuncian esta acusación y señalan que es un "peligroso ataque a la libertad de prensa".

Por su parte, el gobierno estadounidense afirma que publicar estos videos confidenciales puso en peligro la vida de numerosos informantes.