Mundo Jueves, 18 de Agosto de 2022
Escándalo en el Vaticano: después del viaje de Francisco, acusaron de abuso sexual a un cardenal canadiense
Se trata de Marc Ouellet, actual prefecto de la Congregación para los Obispos. Fue denunciado por “tocamientos indebidos”.
18/8/2022
El cardenal canadiense Marc Ouellet, que tiene un alto cargo del gobierno del Vaticano, fue acusado de abuso sexual en una demanda colectiva hecha pública este martes en Canadá y que involucra a más de 80 miembros de la diócesis de Québec.
El clérigo, actual prefecto de la Congregación para los Obispos, fue considerado como candidato para el papado en el último cónclave de 2013 en el que resultó electo Jorge Bergoglio.
Ouellet es señalado de haber tocado inapropiadamente a una pasante en 2008, según un documento judicial presentado ante el Tribunal Superior de Quebec en mayo pasado.
Las revelaciones se producen tres semanas después de una visita del papa Francisco a Canadá. En el viaje, el Pontífice se disculpó por los abusos perpetrados por miembros de la Iglesia en escuelas residenciales para indígenas.
Qué dicen las acusaciones contra el cardenal canadiense Marc Ouellet
La diócesis de Quebec dijo a la AFP haber “tomado nota de las protestas contra el cardenal Marc Ouellet” y no querer “hacer absolutamente ningún comentario sobre el tema”.
Las pruebas figuran entre los testimonios de 101 personas “que fueron agredidas sexualmente” por miembros del clero y empleados laicos entre junio de 1940 y la actualidad, señalan los documentos judiciales.
El cardenal Marc Ouellet y el Papa Francisco (Foto: Reuters)
En el caso de Marc Ouellet, una mujer identificada con la letra “F.” afirma haber sido objeto de abusos por el cardenal varias veces.
Según su denuncia, el cardenal Ouellet la habría “besado” y habría “deslizado su mano” por su espalda “hasta sus nalgas” en 2010.
En febrero, un importante simposio en el Vaticano en presencia del papa Francisco, el cardenal Ouellet hizo alusión al “drama de los abusos sexuales cometidos por clérigos” y criticó los “comportamientos criminales encubiertos durante demasiado tiempo para proteger la institución”.
”Todos estamos desgarrados y humillados por estas preguntas cruciales que todos los días nos interpelan como miembros de la Iglesia”, dijo entonces.
