"Tenemos la mayor cantidad de petróleo y gas de cualquier país de la Tierra, y vamos a usarlo", afirmó el flamante mandatario estadounidense.
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, declaró una emergencia energética nacional a través de una orden ejecutiva, con el objetivo de reducir los costos de energía y fortalecer la seguridad energética del país.
Según el documento oficial, las deficiencias en el suministro de energía y en la infraestructura han generado precios elevados, que afectan particularmente a los estadounidenses de ingresos bajos y fijos. Además, se subraya la importancia de esta medida en términos de política exterior e innovación tecnológica.
La orden establece que los departamentos y organismos ejecutivos deben utilizar poderes de emergencia para facilitar la exploración, producción, transporte, refinado y generación de recursos energéticos en tierras federales. Este esfuerzo busca optimizar el acceso a los recursos nacionales, permitiendo al país responder con mayor agilidad a las necesidades energéticas internas y a los desafíos del mercado global.
En otra medida clave, se priorizará la producción de recursos naturales en Alaska. La administración Trump pretende acelerar la aprobación de permisos y arrendamientos para proyectos energéticos, con especial énfasis en el desarrollo de gas natural licuado (GNL), un recurso vital para el crecimiento del sector energético.
Además, la Agencia de Protección Medioambiental (EPA) evaluará otorgar exenciones de emergencia para permitir la venta de gasolina E15 (con etanol al 15%) durante todo el año. Esta acción busca aliviar posibles déficits temporales en el suministro de gasolina, estabilizando los precios para los consumidores.
También se plantean iniciativas para modernizar y acelerar la construcción de infraestructura energética. Esto incluye mejorar la capacidad de transporte y distribución de energía, con el objetivo de asegurar un acceso eficiente y competitivo a los recursos energéticos en todo el país.
Estados Unidos, que ya es el mayor productor de petróleo crudo y gas natural del mundo, lidera también la exportación global de gas natural licuado. Con esta declaración de emergencia energética, la administración Trump busca consolidar aún más esta posición, reduciendo la dependencia de fuentes extranjeras y asegurando mejores precios para los usuarios residenciales.
El mandatario número 47 se expresó de manera contundente sobre el rumbo en éstas áreas en su discurso de investidura en el Capitolio: "Estados Unidos volverá a ser una nación manufacturera, y tenemos algo que ninguna otra nación manufacturera tendrá jamás, la mayor cantidad de petróleo y gas de cualquier país de la Tierra, y vamos a usarlo".
Estados Unidos "volverá a llenar las reservas estratégicas hasta arriba", reforzó.