El libre acceso a las armas en Estados Unidos quedó una vez más bajo la lupa luego de un nuevo tiroteo, esta vez en Carolina del Sur.
Al menos once personas resultaron heridas de distintas consideración y tuvieron que ser hospitalizadas en los Estados Unidos, algunas de ellas en estado crítico y con pronóstico reservado luego que se registrara un nuevo tiroteo, esta vez en un pequeño pueblo costero del estado de Carolina del Sur.
Según informó el Departamento de Policía del Condado de Horry a través de un comunicado difundido poco después del ataque registrado en la noche del domingo, el número de víctimas podría ser todavía mayor debido al trasladado a centros médicos en vehículos privados por vecinos de la comunidad de Little River que socorrieron a las víctimas y que no habrían sido registrados por los servicios de emergencia.
La Policía abrió una investigación sobre este nuevo ataque armado y cuyos motivos todavía se desconocen. Las autoridades recomendaron además a los "miembros de la comunidad que se mantengan alejados de la zona mientras el personal de seguridad pública realiza su trabajo".
Un agente de policía de North Myrtle Beach, que acudió a la zona donde se produjo el tiroteo, resultó herido cuando su arma se disparó accidentalmente, informó la policía de Myrtle Beach.
El agente, que sufrió una herida en la pierna, fue estabilizado en un hospital, y su vida no corre peligro.
El tiroteo ocurrió poco antes de las 22 del domingo (hora local) y se produjo cerca del Canal Intracostero de esa localidad turística ubicada al sureste de los Estados Unidos.
Little River es una comunidad de poco más de 11 mil habitantes ubicada a lo largo de Grand Strand, en la costa de Carolina del Sur, y cerca de la frontera con Carolina del Norte.
El pueblo es conocido por ofrecer excursiones de pesca de altura, cruceros y una amplia variedad de barcos casino. Se encuentra a unos 40 kilómetros al noreste de Myrtle Beach.