El hombre, que había consumido alcohol, fue acusado de asesinato por encerrar a la bebé durante nueve horas en una jornada de altas temperaturas.
La noche estaba calurosa y Joseph Boatman decidió salir a tomar unas copas antes de pasar a buscar a su hija de 21 meses por la casa de un familiar. Sin embargo, todo parece indicar que se excedió en el consumo de alcohol, porque dejó a la bebé encerrada en el auto, en una noche de altas temperaturas, y la nena murió.
Ahora, el hombre de 32 años está acusado de asesinato en segundo grado por el aberrante episodio ocurrido en Madisonville, un pequeño pueblo de poco más de 700 habitantes ubicado al norte de Nueva Orleans, cruzando el Lago Pontchartrain, en Estados Unidos.
La noticia fue difundida a través de un comunicado de prensa de la Oficina del Sheriff de la Parroquia de St. Tammany. El forense de ese lugar identificó a la víctima como Ansleigh Boatman.
Esa noche, según el Servicio Meteorológico Nacional estadounidense, el termómetro tocó los 92 grados Farenheit (unos 33.3 grados Celsius), mientras que el índice de calor alcanzó en la región los 104°F (40°C). Medios locales indicaron que se trató de uno de los días más calurosos del año en el estado de Luisiana.
En esas condiciones quedó la bebé de poco menos de dos años, encerrada adentro del vehículo en la puerta de la vivienda donde Boatman ingresó a dormir aquella noche, bajo los efectos de "múltiples bebidas alcohólicas", según revelaron las autoridades.
Previamente, alrededor de las 2.30 del 8 de junio, había pasado por la casa de su padre y su pareja en la urbanización Fox Branch Estates, para recoger a la menor. Al parecer, no estaba en mejor de las condiciones porque ubicó a la niña en un asiento de seguridad instalado en el vehículo y allí la dejó. "Tras colocar a la niña en su asiento infantil, Boatman regresó a la residencia y nunca regresó al vehículo", indicaron las autoridades.
Al llegar el mediodía, una familiar se percató de que la nena estaba en el interior del vehículo y dio aviso a las autoridades. Sin embargo, cuando llegaron los agentes la menor ya no respondía y fue declarada muerta en la escena.
"Esta es una pérdida devastadora que ninguna familia quiere afrontar jamás", expresó el sheriff Randy Smith.
Y agregó: "Cuando se deja a un niño en un vehículo, especialmente en un día con temperaturas superiores a los 38 grados Celsius, el resultado puede ser mortal en cuestión de minutos. Este caso implicó una decisión ambigua, y el resultado fue desgarrador".
Boatman quedó detenido en el Centro Correccional de la Parroquia de St. Tammany, donde espera la continuidad del proceso judicial por la terrible muerte de su hija.
Inicialmente, la Justicia lo acusó de asesinato en segundo grado, aunque podría enfrentar cargos adicionales, de acuerdo con la aclaración que realizó la Oficina del sheriff, que continúa investigando el incidente.
En paralelo, se supo que le impusieron una fianza de 750 mil dólares.
De acuerdo con los datos de Kids and Car Safety, una organización que se dedica a salvar la vida de niños y mascotas dentro y alrededor de los vehículos, este incidente es al menos el quinto de este tipo que se registra en Estados Unidos en lo que va de 2025.