Hay expansión de la zona de peligro a ocho kilómetros, con columnas de ceniza alcanzando 10.000 metros de altitud.
El volcán indonesio Anak Krakatoa, que en diciembre de 2018 provocó un tsunami que dejó 439 muertos, entró en erupción en tres ocasiones y lanzó varias nubes de humo y ceniza de hasta 2.500 metros de altura.
El Centro de Vulcanología y Mitigación de Riesgos Geológicos indicó en su página web que las erupciones se produjeron a lo largo de varias horas entre la mañana y la tarde en el estrecho de Sonda, entre las islas de Java y Sumatra.
Según un comunicado de la Agencia de Geología de Indonesia, las densas nubes de ceniza gris, generadas por la erupción, alcanzaron una altura de 10.000 metros (aproximadamente 32.800 pies) el martes por la tarde. Esta intensa actividad volcánica incluyó 50 episodios en un lapso de dos horas, en contraposición a los habituales ocho a diez episodios diarios.
Las cenizas se dispersaron formando una nube con forma de hongo que fue visible desde localidades situadas entre 90 km (aproximadamente 56 millas) y 150 km (casi 93 millas) alrededor de la montaña. Hasta el momento, no se han reportado víctimas, pero las autoridades han alertado a los residentes sobre la posibilidad de lluvias intensas que podrían generar flujos de lava a través de ríos que se originan en el volcán.
Se recuerda que una erupción anterior del Lewotobi Laki Laki en noviembre resultó en la muerte de nueve personas y decenas de heridos, lo que refuerza la preocupación por la situación actual.
La montaña, con una altura de 1.584 metros (5.197 pies), es parte de un sistema volcánico gemelo junto al monte Lewotobi Perempuan, ubicado en el distrito de Flores Timur. Indonesia, un archipiélago que alberga a 270 millones de personas, es conocido por su frecuente actividad sísmica y cuenta con 120 volcanes activos, formando parte del Anillo de Fuego, una zona de intensa inestabilidad tectónica que rodea la cuenca del Pacífico.
Esta información fue adaptada de un informe original, brindando relevancia a la situación en Indonesia, donde la vigilancia continua se mantiene ante nuevos eventos.
Fuente: minutouno