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García Furfaro, bajo la lupa: más denuncias por estafa, cheques sin fondos y venta de medicamentos vencidos

El empresario, señalado como principal responsable del fentanilo contaminado, está acusado también de comprar la empresa de forma irregular. El testimonio de una empleada.

Domingo, 24 de Agosto de 2025
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A partir de las denuncias de muertes por fentanilo contaminado, Ariel García Furfaro, dueño del laboratorio HLB Pharma, quedó envuelto en una serie de expedientes judiciales que revelan un entramado de conflictos laborales y comerciales en su empresa.

La investigación destapó causas por despidos, denuncias de exempleados y una demanda millonaria por estafa relacionada con la compra de HLB Pharma. ¿Y mañana qué? (TN) accedió a documentación exclusiva que revela el trasfondo del caso.

En el fuero comercial, García Furfaro enfrenta una demanda de Hernán López Bernabó, el anterior dueño del laboratorio. Según el expediente, en 2017 adquirió la empresa -que estaba al borde de la quiebra- por un millón de dólares, pero solo abonó el 40% del monto.

El conflicto escaló en 2021, cuando Bernabó lo denunció por estafa: Furfaro aún le debe US$600.000 y, según la acusación, entregó cheques sin fondos como parte de pago. La operación, que en su momento fue presentada como un "regalo" para salvar la compañía, terminó en los tribunales y con la reputación del empresario en jaque.

En el fuero laboral acumula múltiples demandas por despidos, pero lo más grave surge de los testimonios de exempleados que detallan el clima de trabajo y prácticas irregulares dentro del laboratorio.

Uno de los casos más resonantes es el de un exempleado que declaró ante la Justicia que en el laboratorio se vendían medicamentos vencidos.

"Se trabajaba en la planta con condiciones de humedad. Se colocaban mediciones inventadas en los registros de presión y temperatura para que no fueran observados luego los medicamentos", sostuvo el exempleado.

En este sentido, siguió: "Los productos medicinales no salían en forma adecuada. Las cápsulas y las pastillas no tenían la dureza, el peso y la altura necesaria para que pasen el control de calidad".

"La empresa, en lugar de tirar la producción, pretendió que mezclara antiguas pastillas no aptas con otras que sí tenían los standares de calidad", remarcó.

Este tipo de denuncias no solo comprometen al empresario en el plano legal, sino que también ponen en duda la seguridad de los productos que salían al mercado.

Las pastillas se vendían y repartían en hospitales públicos. En unos chats de empleados del laboratorio Ramallo se puede leer que uno de ellos denunció: "Escondieron todos los reactivos vencidos, así que no tengo para preparar la fase móvil".

"¿Usted sabía que dejaron todos los reactivos afuera abajo de la lluvia? Y después con el sol que hubo, podría haber explotado tranquilamente", indicó en la acusación.

En otro texto, acompañado con la foto de una araña, ironizó: "Las placas están un poquito sucias".

"En depósito me dicen que hay techo con chapas sueltas y más de 20 palomas. No sé si es así, pero por favor mañana verificarlo. Es lamentable lo de producción, hasta que no pase algo grave, parece que no van a escarmentar", apuntó.

A las causas comerciales y laborales se suman relatos como el de Luciana, otra exempleada que aportó detalles sobre el funcionamiento interno de la empresa.

Fuente: TN