El seleccionado argentino de rugby perdió 37-23 ante los galos en el Stade de France en un partido en el que no encontró su mejor juego, pero que no puede borrar un muy buen año.
Y si hay algo que bien sabe hacer el equipo francés es mover la pelota con dinámica y así llegó al try aprovechando la diferencia numérica a través de Thibaud Flament, que con la conversión de Thomas Ramos dejó el partido 7-0.
Después intercambiaron penales y Los Pumas, sobre todo tras la vuelta del capitán, se mantuvieron en partido. Dos penales de Ramos contra tres de Tomás Albornoz dejaron el encuentro 13-9 a los 25 minutos.
El partido estaba abierto. Los Pumas no perdían en el contacto, solo eran superados en el scrum. Pero en el último cuarto de hora la cosa cambió. Francia empezó a dominar en los rucks y su dinámica con pelota en mano derivó en las conquistas de Gabin Villiere, en un try penal por una infracción intencional cerca del ingoal de Juan Martín González -vio la tarjeta amarilla- y cinco puntos más a través del pie de Thomas Ramos que dejaron el parcial 30-9.
Creció el equipo argentino en el complemento, a tal punto que en esos 40 minutos finales se impuso por 14-7, con mejoría en el scrum y en el contacto. Faltó precisión a la hora de jugar por afuera y eso ante un equipo que defiende bien como el francés se termina pagando.
No obstante se decoró el resultado para que la caída no fuera dolorosa. Los tries de Thomas Gallo e Ignacio Ruiz fueron un consuelo para un cierre de gira que no fue el mejor pero que no borra todo lo bueno hecho a lo largo de 2024.
Fuente: Diario Popular