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San Rafael Entrevista Viernes, 17 de Febrero de 2017

Una lucha contra las adicciones

GTPA es un grupo de voluntarios y profesionales que trabajan desinteresadamente para contener y ayudar a personas con problemas con las drogas y otras adicciones, teniendo como pila la parte espiritual.

Viernes, 17 de Febrero de 2017
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19-02-2017. El grupo GTPA integrado por jóvenes y adultos trabaja desde hace dos años en San Rafael para ayudar a personas que padecen conflictos relacionados con las drogas y otras adicciones.

Personas que desinteresadamente constituyen un grupo multidisciplinario en el que el objetivo principal es contener y dar apoyo espiritual, ya que es una de las necesidades más importantes a la hora de buscar una salida a ese problema.

Recientemente este grupo ha recibido una casa como donación, a la cual si bien hay que hacerle muchos arreglos, en un futuro les permitirá trabajar allí con las personas a las que asisten.

Dialogamos con Jesús Verguecio y Facundo Balastegui, dos voluntarios que integran esta agrupación, para conocer más sobre ella, a quienes asiste, cómo trabajan y mucho más.

¿Cómo nació esta agrupación?

Nació en el Colegio del Carmen hace dos años, eran reuniones de los sábados de padres e hijos, luego nos donaron una casa y surgió la iniciativa de empezar a trabajar para refaccionarla, ya que es una casa muy antigua.

Así comenzó la iniciativa de formar el grupo que se llama GTPA, está formado por psicólogos, el sacerdote y voluntarios, y en los colegios y escuelas tanto primarias, como secundarios nos han llamado para dar charlas.

¿Cuántas personas trabajan como voluntarios?

Un matrimonio de psicólogos, somos unos 10 voluntarios y el sacerdote.

¿Cuántos chicos asisten actualmente?

Alrededor de 15 son los jóvenes de diferentes edades que asisten, hay algunos que están más comprometidos con la adicción y otros que los hemos agarrado a tiempo.

Durante la semana cada chico tiene un “ángel”, como le llamamos, es un voluntario asignado que de alguna manera  que los va acompañando en la semana, para ayudarlo en momento de debilidad. Muchas veces ha pasado que uno de los chicos está por consumir y le llega un mensaje de nosotros y no lo hace, es como un acompañamiento constante.

¿Cómo se acercan al grupo las personas con problemas?

Hay diferentes casos, algunos se enteran y se acercan por voluntad propia, pero son menos ese tipo de casos, y si no los lleva la familia o algún amigo.

Nosotros agradecemos mucho la ayuda de los medios para difundir porque también permite que muchos chicos que están con algún problema se enteren que existimos.

¿Cuáles son las causas más frecuentes por las que se llega al consumo de drogas o a caer en otro tipo de adicción?

Es amplio el tema por ahí son los amigos “las juntas” como se dice, en otros casos la falta de contención de la familia, alguna muerte cercana u otra gran angustia. La escapatoria a eso, muchas veces es la droga lo que los hace llegar a vivir esa fantasía y no caer en la realidad.

Lamentablemente hoy en día es muy fácil conseguir y muchos empiezan por probar, pero en poco tiempo ya están inmersos.

¿Cómo trabajan con ellos?

La formación nuestra la hacemos los jueves a la noche, es como una capacitación para nosotros los voluntarios. Después los viernes hacemos una charla con los chicos en el que se hace un seguimiento de un libro de la Pastoral de la Salud. En él se hace una descripción de cada una de las sustancias, sus efectos, entre otros aspectos.

Es un grupo de contención, pero ya somos también una familia. Como voluntario uno siente la necesidad de ayudar. En la charla de los viernes hablamos con los chicos sobre lo que ha pasado en la semana, rezamos porque es importante la parte espiritual, ahí uno expone de manera grupal como le fue en la semana y los psicólogos les dan una charla de un libro y la idea es dividir el grupo porque hay chicos que van más avanzados y no es la idea que vuelvan a ver lo mismo porque se hace monótono y aburrido y quizás hasta dejen.

¿Son constantes las personas que asisten o suelen abandonar?

Hay chicos que abandonan y después vuelven, es un camino largo, hay chicos que vuelven porque han recaído en ella muy mal o porque se dieron cuenta de que era necesario.

¿Solo asisten a personas con adicción a las drogas?

Se tratan todo tipo de adicciones, porque las adicciones van de la mano, hay ludópatas que luego caen en las drogas o el alcoholismo, porque una cosa lleva a la otra.

¿Cualquier persona puede ser voluntario?

Sí, hay voluntarios que ingresamos porque tienen gente involucrada en la familia con alguna adicción y buscan ayudar no sólo a él, sino también a otras personas en problemas. Y otros por la simple necesidad de ayudar y servir.

Recibieron una casa donada ¿Qué necesitan para ponerla en condiciones?

Sí recibimos una casa en donación que está en la calle Ruiz Daudet. Por suerte le pusimos unas rejas a las puertas porque luego de que nos las donaron, nos robaron las puertas. Para eso hicimos un té lotería y con el tiempo queremos hacer una personería jurídica.

La casa se llama La Ceferina porque cuando llegamos a conocerla había una imagen de Ceferino Namuncurá. Como somos un grupo relativamente joven aún no hemos realizado muchas actividades, ni recibido ayuda de por ejemplo la Iglesia.

Después también vamos a pedir muebles en desuso a modo de donación para poder acondicionar las oficinas.