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San Rafael Entrevista Viernes, 16 de Junio de 2017

Día del Padre: “Ser padre es un don”

Así lo definió Cristian Rodríguez, un papá sanrafaelino de ocho hermosos niños que asegura que siempre soñó con formar una familia numerosa. Para homenajear a todos los papás en su día dialogamos con él sobre este maravilloso “don”.

Viernes, 16 de Junio de 2017
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Fotos: Jorge Gutierrez / Mediamendoza.com - gentileza Cristian Rodríguez

18-06-2017. El Día del Padre tiene muchos antecedentes en Argentina y el mundo, y si bien muchos califican esta festividad como una fecha comercial que se creó con el propósito de fomentar las ventas, como tantos otros acontecimientos. Pero más allá de las particularidades en cuanto a la fecha, el objetivo de esta celebración trasciende todo tipo de fronteras: se trata de homenajear el amor, la dedicación y compañía de los padres (sean papás de sangre o del corazón), agasajarlos con obsequios y planear distintas actividades para hacer de este domingo un día especial para ellos.

Para cada uno de nosotros nuestro padre es único y especial, y todos se merecen su reconocimiento, pero elegimos a uno para homenajear en su nombre a todos los papás que día a día nos siguen. En esta oportunidad dialogamos con Cristian Rodríguez un “súper” papá sanrafaelino, que es uno de los tantos ejemplos que debe haber en nuestro departamento.

Tiene ocho hijos y junto a Patricia, su esposa, soñaron desde el noviazgo con tener una familia numerosa. Y ese sueño se concretó, aunque asegura que esos ocho, no serán los únicos, ya que todavía podrían llegar nuevos integrantes a la familia.

Se conocieron cuando estudiaban el profesorado de Psicología, y luego de unos años de noviazgo, en el 2005 dieron el sí. A los dos años llegó Bernardo (10), pero como el propósito de esta pareja era llenar la casa de niños, luego no tardaron en llegar, Francisco (9), María Trinidad (7), María Pilar (6), Joaquín (5), Santiago (2) y los últimos dos por partida doble, los mellis Juan Bautista y María Paulina (1). “Tenemos festejos todos los meses prácticamente, al menos 10 meses incluyéndonos a mi mujer y yo, ya los tenemos cubiertos con cumpleaños (risas)” expresó Cristián, con simpatía.

Y continuó diciendo “cuando estábamos de novios compramos un lote grande en El Toledano, con la idea de construir una casa grande para todos los hijos que planeábamos tener. Yo siempre quise al menos seis, pero mi mujer siempre dijo diez. Después empezamos a construir, nos casamos y bueno luego fueron llegando ellos. La verdad que siempre fue un proyecto tener muchos hijos, pero una cosa es el proyecto y otra es ya tener un hijo (risas)”.

“Siempre nos preguntan si tenemos muchos hijos por un tema de religión, y la verdad que sí somos católicos, pero lo nuestro ha sido una elección nuestra, nuestros hijos no son una convicción religiosa”.

Respecto a cómo es ser papá de ocho niños, Cristian afirmó con orgullo “yo siempre digo, no es fácil pero tampoco es aburrido. Nosotros nos ocupamos todo el tiempo de los chicos. Tenemos una niñera que va cuatro por semana a la mañana y se ocupa de los más chiquitos, porque los demás están van todos a la escuela”.

“El día a día comienza temprano, van todos a la escuela, luego llega la hora del almuerzo que es todo una fiesta (risas), jugar un rato y después las tareas, y bueno yo a las 6 de la tarde ya entro en la Cruz Roja y salgo a las 11, asique un poco la tarea más difícil le toca a mi mujer (risas)”.

“Pero para mí la vida es un misterio y ser padre es un don, hay muchas personas que sufren porque no pueden ser padre, otros que por decisión no quieren serlo, pero cuando tenés a un hijo frente a vos, es una persona que te supera y de algún modo te obliga a entregar lo mejor de vos para que esa persona, en su pequeñez te abraza, te dice cuanto te quienes y uno es quien le va a marcar la vida de esa persona. Uno debe ser consciente de eso y que todo lo que hagamos va a repercutir en ellos”.

Por otra parte resaltó que como en todos los aspectos de la vida la paternidad es un aprendizaje, “fue más difícil criar el primero y el segundo, porque éramos nuevos en esto, que el resto porque realmente uno como papá va madurando y va teniendo en cuenta lo que es realmente importante. Con los primeros por ejemplo, les cuidábamos los juguetes y si se les rompía se los arreglaba,  y con el tiempo fui entendiendo que un juguete es algo que tiene un ciclo y que si se rompe no es tan grave. Por supuesto que hay que enseñarles que los cuiden, porque todo se logra con sacrificio, pero las cosas materiales son pasajeras y nosotros no podemos meterle los criterios de la vida adulta”.

Seguimos husmeando en la vida de este “súper” papá, como lo hemos denominado a nuestro homenajeado para conocer algunos otros detalles de esta hermosa aventura de formar una familia numerosa, como las de antes, las de nuestros abuelos o bisabuelos.

Le consultamos por la mesa que se llena todos los mediodías y por la noche, y quizás una convencional puede resultarle pequeña “teníamos una mesa tradicional de 1,80, pero nos ha quedado chica y ahora cuando los mellis ya se sienten a la mesa a comer como los demás, nos iba hacer falta más espacios. Asique hemos comprado una más grande (risas).

Y como trasladar a la “tribu” tampoco debe ser tarea fácil, le preguntamos por su vehículo “tenemos una Berlingo a la que le agregamos más butacas para entrar todos, pero la idea es a la brevedad comprar un vehículo más grande”.

Como todos los hermanos siempre surgen peleas o discusiones, pero Cristian asegura que de todos modos son solidarios entre ellos “son hermanos y se pelean, pero tienen gestos muy lindos entre ellos, por ejemplo si uno tiene un cumpleaños llega a casa y comparte sus golosinas con los otros, eso nosotros no se los decimos, pero ellos solos lo empezaron a hacer”.

“También entienden que cada uno tiene su momento, si un mes no le pudimos comprar zapatillas a todos y a uno no le tocó, el otro mes le tocará, y si bien muchas veces la ropa se va pasando de los más grandes a los más chicos, todos tienen algo propio y algo nuevo”.

Respecto a la educación de los niños afirmó “es importante pasar tiempo con ellos, a la hora de la comida escucharlos o cuando vienen a contarte algo, porque si uno de chico los hace callar, en la adolescencia cuando quizás los conflictos sean mayores o uno quiere aconsejarlos y ellos no van a tener tiempo para escucharnos a nosotros”.

“Para la enseñanza de los valores es fundamental el tiempo compartido, uno debe invertir la ecuación del tiempo ganado por el tiempo invertido, muchas veces uno no deja a un niño por ejemplo lavar un plato porque va hacer mucho lío y va a gastar mucho detergente pero él necesita hacerlo porque de esa manera va a aprender, de lo contrario si nunca los dejamos hacerlo no lo aprender. Ese tiempo invertido con el tiempo da sus frutos”.

“Además es importante también resaltar los valores de la confianza, la amistad con los hijos, porque el mundo consumista nos ha hecho creer que debemos criar a un hijo para que triunfe y esa una visión que reducida a lo suyo y a no proyectarse hacia los demás, entonces son personas individualistas y si no les enseñamos que hagan cosas por los hermanos, por su mamá o su papá, por quienes lo van a hacer en un futuro. Debemos desarrollar en ellos la capacidad de pensar en otro”.

Muchas veces la situación económica es un condicionante para los padres a la hora de pensar en continuar ampliando una familia, porque la intención es que a los hijos no les falte nada. Cristian afirmó al respecto “nosotros hasta el momento hemos podido, venimos de una cultura basada en el temor y eso tiene que limitarnos de pensar que no se va a poder. Pensar que al niño no le falte nada no es una visión de buen padre. Además los niños son consientes y también hacen economía”.

Llegando al final de la entrevista Cristian recordó que estuvo presente en todos los partos, excepto el de los mellis, que fue cesárea, “el papá en esos casos no puede hacer mucho, pero mi mujer me dijo que era importante que estuviera acompañándola y ahí estuve. Además es maravilloso ver nacer a tu hijo”.

También afirmó que no descarta tener más hijos y sueña con una familia numerosa el día de mañana cuando sus hijos les traigan nietos, “somos de juntarnos mucho con la familia todos los domingos, siempre he sido muy familiero”.

Por último reflexionó “la tarea de un padre consiste en que esa semilla que es el hijo crezca y de sus mejores frutos, que no es otra cosa que ser buenas personas”.

 

Por Luciana Vergara