En el día de su natalicio: El "recordativo placer" de Borges

24-08-2017. Esta singular expresión aparece en un ensayo de Jorge Luis Borges que data de 1927 y se titula “La fruición literaria”. Con ella alude a un ejercicio que siempre practica porque en él descubre desde muy pequeño una deleitosa recreación, mientras observa a la vez, los cambios que en él  se van produciendo durante el transcurso de su vida.

A este acontecimiento se refiere el mismo Borges de esta manera: “debo confesar que releo con un muy recordativo placer…”. Sucede que para él, leer lo ya leído, es evocar todo aquello que antiguamente lo sedujo desde la infancia misma. Este volver cada tanto sobre esas páginas antiguamente disfrutadas, representa un hecho maravilloso debido a que puede recuperar permanentemente las antiguas sensaciones  provocadas por aquellas páginas que generaron tantas  imágenes de caudalosa inspiración.

Mientras que esto sucede, graba con mayor precisión el contenido de cada obra releída y, a la vez,  explora en esa continua revisión, su propio proceso de madurez o evolución, el que le va aportando nuevos quilates a medida que el tiempo transcurre.

Esta pasión por la lectura y relectura lo fortalece de una infinidad de personajes y temáticas que capitaliza magistralmente en toda su obra. Esta fuente inagotable le provee de innumerables recursos que la distinguen  con un sello exclusivo. Ésta es una de las razones por las cuales su obra representa un inigualable tributo a la literatura universal desde este rincón sureño de América, Argentina.

Este contacto permanente con las célebres letras por medio de este ejercicio que él  denomina “recordativo placer”, determina, sin lugar a dudas que, cada 24 de agosto, día en que nace hace 118 años, se lo elija muy acertadamente como DÍA DEL LECTOR en un merecido  homenaje a nuestro escritor Jorge Luis Borges.

Este día, entonces, es una invitación a la lectura y también a la relectura. Es una maravillosa oportunidad de generar o de aumentar el tiempo que le dedicamos a ese acto excepcional que nos permite inundar nuestra imaginación de imágenes sensoriales, auditivas, gustativas, olfativas y táctiles como sabiamente puede producir  y de manera exclusiva, la lectura.

Este día, por cierto, es también un exclusivo convite a leer y releer el legado de Borges: su extensa y admirable por siempre obra literaria.