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San Rafael Protagonistas Miercoles, 25 de Octubre de 2017

Un robo la dejó de rodillas meses atrás; ahora es campeona argentina

Tras consagrarse como campeona argentina de ciclismo pista en categoría élite, la sanrafaelina Romina Gutiérrez cuenta su historia.

Miercoles, 25 de Octubre de 2017
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26-10-2017. A Romina Gutierrez la palabra atleta le sienta a la perfección. Su vida ha estado signada desde su niñez por el deporte. Hoy, a sus 25 años, el entrenamiento físico es tanto su pasión como su trabajo.

El esfuerzo, explicó, es mucho. Se prepara de la mañana a la noche, literalmente. Entre medio, además, debe encontrar tiempo para su trabajo como profesora de educación física y para la labor propia de sostener un hogar. Entrena, trabaja, cocina y sigue entrenando. Así es un día normal.

En su historial deportivo figura una lista interminable de competencias y participaciones en eventos deportivos. Entre ellos, varios Pentatuel, en individual y en posta.

Este ánimo ha dado resultados. En abril, Romina fue noticia por haber ganado el tercer puesto entre más de 600 competidores en el Atacama Challenge, una carrera de autosuficiencia de tres días, considerada una de las más exigentes de Latinoamérica.

Días atrás, Gutierrez se colgó una nueva medalla. Fue consagrada campeona argentina de ciclismo en pista en categoría élite.

Este último logro combina con un sacrificio evidente, pero contrasta con el poco tiempo que ha transcurrido desde que ella decidió dedicar sus energías al ciclismo pista.

Fue recién en enero de este año cuando soltó la todoterreno y se anotó en el ciclismo de ruta. Ella se había fijado ese objetivo mucho tiempo antes, pero no tenía bici. En un giro repentino, su novio le regaló una.

“Una vez que tuve la bici no dude en empezar a entrenar”, recuerda con regocijo. Nueve meses después, era coronada campeona argentina.

No obstante, los éxitos deportivos no siempre han llegado exentos de contratiempos. Una noche de mayo, Romina llegó a su casa y advirtió que sus tres bicicletas habían sido robadas. “Fue un golpe bajo”, admite. De un momento a otro, había sido privada de sus medios y de su trabajo.

“Me costó muchísimo”, afirma. “No quería andar en bici. No quería hacer nada más”.

Fue entonces que muchos se acercaron con ayuda, evocó. Un amigo le regaló dinero para amortiguar la pérdida. Otro le vendió una bici a un precio diferencial y le dijo: “Me lo pagás como puedas”. Muchos más se acercaron para ofrecerle sus propias bicicletas o ponerle un hombro sobre el apoyarse para seguir adelante.

Hoy, ella se muestra reconciliada con aquella dolorosa encrucijada. “Cuando alguien te dice que las cosas pasan por algo, por más mal que estés —admite—, a fin de cuentas tiene razón”.

Los planes han seguido su curso. Romina reconoce que entre trabajo y casa, los tiempos son limitados. Piensa seguir focalizándose en el ciclismo de ruta, y se muestra ansiosa por la nueva temporada. “La idea es continuar con el equipo”, dice.

Sus esperanzas, además, están puestas en sus alumnos. Sus logros, dice, son también de ella. Ellos también están motivados por su ejemplo. “Para mis alumnos es lindo que la profe haga lo que enseña”, explica.

 Es que el deporte, resume Romina, “enseña esfuerzo y disciplina”. “Y esos son valores que sirven no sólo para el deporte sino para toda la vida en sí. No sólo se forma para andar en bici, sino también para ser buena persona”.