¿El trabajo más extraño en San Rafael? Traductora de casamientos

06-01-2018

¿Alguna vez te has preguntado cuál es el empleo más raro en San Rafael? Natalia Vazquez tiene el suyo entre los nominados: es traductora de casamientos.

Por requisito legal, si uno de los conyugues proviene de un país de habla no hispana, un traductor tiene que acompañar al juez y doblar toda la ceremonia. Incluso cuando el futuro consorte ya habla el idioma de su pareja.

Este miércoles, Natalia efectuó su última intervención. Un sanrafaelino y una bielorrusa se unieron en matrimonio en el registro civil local.

“Mi trabajo no es raro: es una parte de la misma profesión de traductor”, aseguró sonrojada Natalia, luego de terminada la ceremonia, ajena a la curiosidad del evento.

Ella, contó, como matriculada del Colegio de Traductores de Mendoza, es contactada por los futuros conyugues antes del casamiento. “Es una lista. Por lo general van llamando y todos dicen que no”, aseveró

Natalia, que se confiesa amante de su trabajo, acepta siempre, y se ha transformado en una habitué del registro civil. Cuando hay un extranjero dispuesto a casarse con un local y viceversa, está ella.

“Es una situación difícil; uno se pone nervioso, y es un trabajo mental bastante arduo”, afirmó la traductora. Los términos legales muy específicos, explicó, hacen que cualquier error sea trascendental, por lo que la presión es inevitable.

“La idea del intérprete es que sea prácticamente invisible”, ilustró la traductora. “Se trata de ser sólo un nexo para aquel no entiende el idioma, y quiere casarse”.

Más que las peculiaridades de su trabajo, a Natalia le sorprende otra cosa: “Yo vengo de una familia de matrimonios constituidos. Pero siempre me llama la atención que haya gente que todavía hoy se case”, resumió entre risas.