Dinaf vs Iglesia, alguien miente

19/12/2018

¿Qué haría usted si le maltratan un hijo? ¿Qué haría si en pleno invierno alguien lo obliga a bañarse con agua fría? ¿Cómo actuaria usted si se entera que lo dejaron sin comida en una noche de invierno? ¿Y si usted se entera que alguien lo castiga con una “rama de sauce”?

Algo estamos seguros que usted no haría: no juntaría a sus amigos, sus conocidos y sus familiares para manifestarse a favor de los que agredieron a sus hijos.

Algo tristemente parecido ha pasado con el conflicto Dinaf-Iglesia, que por estos días se ha suscitado en nuestro departamento. Los funcionarios y los cristianos, cada uno, defienden su institución.

La Dinaf defiende a los menores, nada más y nada menos, después de haber iniciado una denuncia penal para que la Justicia determine si hubo algún tipo de delito, mientras tanto cuatro monjas ,"mágicamente" no están mas, se fueron y no retornarán, según dijo el Padre Javier, pero todo, cada vez, huele peor.

En solo cuatro días las autoridades de la Dinaf alcanzaron a entrevistar a 13 chicos y al ver el panorama gris que se les avecinaba, ya que la mayoría de los niños habrían dicho haber sido maltratados, las autoridades de los hogares decidieron rescindir unilateralmente el convenio. La cuestión cada vez olía peor y el fantasma de lo sucedido en el Instituto Próvolo sobrevolaba este caso.

Hasta este momento era una excelente medida tomada por la Dinaf donde, por el bien de los menores, se procedía a separarlos de los hogares donde supuestamente se habían realizado los abusos y los responsables de los hogares, en la mayoría de los casos sin responsabilidad directa, solo debían separar a las monjas que habían sido sindicadas como las supuestas autoras de los abusos.

Ambas partes habrían cumplido su rol en forma perfecta, unos cuidando se cumplan las normas por partes del Estado y los otros dejando realizar su contralor pero, aparecieron los "fanáticos", y todo comenzó a oler peor, mucho peor.

No se termina de entender bien qué papel cumplen en la Iglesia (nuestra Iglesia, para los que creemos), aunque ellos crean que es de ellos y no se den cuenta que el 80% de la gente que va a misa los mire con recelo.

Son los que aun defienden al abusador Padre Buela, creador del Verbo Encarnado y expulsado de la Iglesia; son los que aun veneran a Franco Reverberi, un abusador local que aun la Justicia lo busca por el mundo, pudiéndolo encontrar mirando el correo de muchos sanrafaelinos que tenían relación "directa" con el “padrecito”, o son como en este caso, los que defienden a cuatro monjas que supuestamente maltrataban de chicos indefensos, ¿qué estarán pensando estos mesiánicos?, ¿qué pasara por sus cabezas? La comunidad de San Rafael ya conoce a muchos de estos personajes. Son los cultores de "virtudes públicas y vicios privados”. Se golpean el pecho los domingos y luego, entre semana en sus trabajos, profesión, o en la intimidad de su hogares, hacen las peores cosas. Creerán seguro que es "en nombre de Dios", pero lo cierto es que ya nadie les cree. Su hipocresía, gracias a Dios, es cada vez más evidente.

Sabemos que en estos hogares de menores trabaja mucha gente, muchísima, con mucha dedicación, caridad y desinteresadamente. Algunos hasta son nuestros amigos, conocidos, vecinos, compañeros. Algunos profesionales que desde  hace años colaboran en forma directa y comprometida con estas instituciones sabemos que también lo hacen en forma desinteresada y solo por amor al prójimo. Sabemos que cientos de jóvenes de nuestra comunidad trabajan con amor sábados, domingos y feriados para el bien de los chicos.

Ahora están los otros. Esos fanáticos que ayer amenazaban a quien se les cruzaran vía mensajes de texto, Facebook o cualquier otro medio.

Están esos otros que viralizaron los números de todos los funcionarios de la Dinaf con un texto que decía "Insúltenlos".

Esos otros, que no saben qué defienden, pero porque le deben "un favorcito a la Iglesia", van a cuanta manifestación los obligan-invitan.

Vaya para ellos nuestro más profundo desprecio y repudio de sus actos.

"¡AY DE VOSOTROS ESCRIBAS Y FARISEOS HIPÓCRITAS, PUES SOIS SEMEJANTES A SEPULCROS BLANQUEADOS, QUE POR FUERA PARECEN BONITOS, PERO POR DENTRO ESTÁN LLENOS DE HUESOS DE MUERTOS Y DE TODA INMUNDICIA!". MATEO 23. 27