Las diferencias entre las partes retrasan al menos hasta septiembre el juicio del caso Scalia

28/06/2019

Según estaba previsto, el juicio por el caso del homicidio del matrimonio Scalia se realizaría en agosto. Pero la fecha ha quedado retrasada al menos hasta septiembre por las dificultades en los acuerdos preparativos previos al debate.

Tras una quinta audiencia, realizada este jueves, muchos de los desacuerdos entre las partes han permanecido inalterados. Finalmente, un cuarto intermedio fue llamado, y un nuevo encuentro se realizará el próximo 10 de julio.

Este jueves, el principal escollo fueron las fotos que serán incluidas en el juicio como pruebas. Muchas de ellas son consideradas “inflamables” por su explícito contenido. Muestran los cuerpos sin vida de Miguel Ángel y Liliana Scalia.

Los abogados de los cuatro imputados consideran que muchas de estas fotos (que se cuentan por cientos) son “reiterativas”. Se teme, además, el efecto devastador que las imágenes más gráficas puedan causar en los miembros del jurado. Lo que podría sellar la suerte de los acusados (foto de portada).

El abogado Santiago Rentería, defensor de Cristian Pajón, uno de los imputados, informó días atrás que, a fin de impedir que el jurado elegido esté parcializado, se evalúa entre los defensores que el juicio se realice en otra ciudad. O, en su defecto, en San Rafael pero con un jurado foráneo.

En tanto, las diferencias sobre las pruebas fotográficas se suman a muchas otras que han dilatado -y seguirán dilatando- los preparativos finales. El caso tiene ocho tomos, múltiples pruebas y más de 50 testigos.

Cada elemento debe ser analizado y acordado. Sin acuerdo, es el juez quien debe decidir uno por uno. Y el reloj sigue sumando horas.

En diálogo con Mediamendoza, Rentería reconoció “obstáculos” y calificó el retraso de “inhumano”, pero aseguró que las partes están trabajando para ir “lo más rápido posible” y dejar todo listo antes de la feria judicial.

Si ese objetivo no se cumple, confirmó el abogado, el juicio podría incluso retrasarse de septiembre a octubre o noviembre, a más de dos años del crimen.