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San Rafael Jueves, 4 de Julio de 2019

Luego de volver a vivir, Candela lentamente vuelve a caminar

Candela Giménez, la adolescente que fue atropellada en octubre de 2016, está dando sus primeros pasos sin ayuda. Su padre compartió orgulloso el video.

Jueves, 4 de Julio de 2019
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04/07/2019

Hace tres años la vida le dio una segunda oportunidad a Candela Giménez, una adolescente que no merecía morir por la imprudencia de un conductor que no sólo la atropelló, si no que la dejó abandonada, tendida sobre el asfalto con importantes lesiones de gravedad que casi le costaron la vida.

Hoy, la joven que lleva adelante una larga rehabilitación, está dando sus primeros pasos sin ningún tipo de ayuda o soporte. Un logro que fue celebrado por su padre Marcelo Giménez en las redes sociales a través de un video con la siguiente reseña:

“Así como hace casi 3 años que la vida me cambió completamente ...también me enseñó a valorar cada momento que se comparte...sé que el camino a recorrer va a ser largo todavía, sé que va a costar, pero también sé que con las ganas y el empuje que tenés Cande las cosas se hacen más valorables, gracias a todos los que día a día hacen lo imposible para mejorar su calidad de vida....y gracias Hija por enseñarme a mirar las dificultades desde otro lado....Fuerzas a no aflojar ,que lo que algún día te pasó...va a terminar siendo el mayor logro de tu vida......VAAAMOOOS QUE SE PUEDE”.

En el video compartido en Facebook, se la ve a Candela desplazarse lentamente de una punta a la otra del gimnasio donde realiza su rehabilitación acompañada por su terapeuta.


El caso

En la madrugada del 29 de octubre, Candela Giménez que había salido a disfrutar de la noche con amigos, intentó cruzar la avenida Yrigoyen, en el cruce con Butti, cuando fue atropellada por Hugo Scollo, quien además de conducir en estado de ebriedad, la dejó abandonada, tendida sobre el asfalto con gravísimas lesiones.

Luego le cambio el parabrisas a su auto que se había roto por el impacto, arregló los faros para quedar despegado de su crimen y se escondió, hasta que tras algunos peritajes e investigaciones se dio con él y fue detenido preventivamente.

Tras un juicio abreviado, el juez Claudio Gil, titular del Primer Juzgado Correccional, condenó a Scollo a la pena de tres años de prisión con el beneficio de la condicionalidad, por lo que recuperó la libertad de forma inmediata, y cuatro años de inhabilitación para conducir cualquier vehículo y dos años de terapia para superar su adicción al alcohol.