La redención de Carmencita López y su nuevo presente: ‘Es otra persona’

06/07/2019

A fines de enero, por orden del juez Contravencional Oscar De Diego, el refugio canino de Carmen López –ubicado sobre la calle Tulio Angriman, en el parque Mariano Moreno– fue desalojado mediante un célebre operativo del que participaron varias dependencias estatales.

El predio fue intervenido debido a sus graves problemas de higiene. En el lugar, había una casa “en malísimo estado e inhabitable”, según los testimonios del juez, sin baño ni agua corriente, y con una notable presencia de “pericotes y arañas”. Recientemente, en este lote fue levantada una nueva construcción.

Más de 50 perros fueron retirados del predio y trasladados al zoológico municipal para ser atendidos. Algunos de ellos fueron sacrificados por ser portadores de enfermedades “irrecuperables”, de acuerdo a las autoridades. En el refugio, confesó el juez en enero, incluso se observó “canibalismo” entre los canes.

Carmencita, en tanto, fue trasladada en una ambulancia hasta el hospital Schestakow, donde permaneció internada y fue tratada física y psíquicamente. Su estado de entonces fue descrito como “exteriormente bueno, pero coherentemente no tanto". Hablaba de "fantasmas y brujas”.

Tras salir del hospital, Carmencita fue alojada por una mujer que se encargó de su cuidado en condición de amiga. La asistencia duró desde entonces hasta dos semanas atrás, cuando López debió mudarse por “problemas de convivencia”.

El juez De Diego afirmó este viernes en diálogo con Radio M que Carmen experimentó un profundo cambio físico y psíquico desde el inicio de su tratamiento. “Es otra persona. Tomó mucha fuerza”, dijo. Al punto que a la amiga que estaba cuidándola “la tenía como empleada”, según el juez.

Carmen debió, entonces, salir de la casa e ingresó nuevamente al hospital, donde fue revisada. Su estado físico fue considerado “excelente”, aunque sí se mantuvieron “cuestiones” psicológicas. Carmencita vive ahora en el hogar de ancianos de Monte Comán.