Diario de un viaje

Ser libres es posible

Quienes hace algún tiempo siguen este diario habrán leído alguna nota sobre mi antiguo espacio de “Talentos Sanrafaelinos” en Radio M; y para quienes no, me presento; mi nombre es Kurt Ottosen, tengo 17 años, soy sanrafaelino y durante algunos meses viviré en Alemania.

Es por ello que hoy estoy de nuevo junto a ustedes, pero de otro modo, con un blog de viaje.

Ahora sí, dejando ya la introducción, quería comentarles algo que me impactó al bajarme del avión e ingresar en la zona urbana; las casas no tienen rejas ni tapiales. Sí, como digo, la gente vive sin rejas, ¡vive libre!

En la casa donde yo vivo desayunamos en el patio, y cuando un vecino cruza caminando por la vereda, si es amigo de la familia, se le puede saludar e invitarlo a que se acerque hasta la mesa porque no hay nada que lo impida, más que una pequeña verja para el perro, que por cierto, en Alemania no existen animales sueltos, los únicos animales que se ven por la calle van con dueño y correa y si defecan inmediatamente se junta su deposición y se arroja en el basurero más cercano.

Y dejen que agregue algo más, hace dos días salí a andar en bici por los alrededores del río Danubio (segundo río más largo de Europa) y quienes tienen huertas y pequeñas granjas al marjen del río tampoco colocan rejas, perfectamente se puede ingresar y obtener algo si uno quisiera, de manera ilegal claro, pero lo digo para ejemplificar el nivel de seguridad y respeto que existe.

Mis padres me cuentan que cuando eran niños estás mismas cosas pasaban en Argentina, ojalá algún día volvamos a ser libres, y que dejar la casa sola para ir a visitar un familiar o amigo no sea un problema.

Aquí les dejo una fotos, pronto escribiré más.