Diario de un viaje

24/11/2019

Rigi

Como ya saben hace casi 4 meses que estoy cursando un intercambio estudiantil en Alemania, y de igual forma a la que yo me hospedo aquí lo hace un chico de Suiza en mi casa.

La semana pasada tuve la oportunidad de viajar a Suiza y conocer a su familia, con quienes me hospedé algunas horas. En ese tiempo me llevaron a conocer los lugares más lindos de su país, según su criterio, y entre ellos puedo destacar a Rigi.

El Rigi es un macizo montañoso entre el lago de Lucerna , el lago Zug y el Lauerzersee en Suiza central. Desde su cumbre se pueden observar diferentes ciudades y por supuesto, los 3 lagos antes mencionados.

El pico más alto alcanza una altitud de 1798 metros sobre el nivel del mar; convirtiéndolo en un lugar muy atractivo para los turistas; pero principalmente para los turistas de origen Chino. Los cuales suelen arribar en diferentes contingentes de hasta 8mil personas cada uno.

Es tan alto el número y frecuencia de los visitantes que la ciudad se ha adaptado a ellos y ha colocado cartelerita y folletería en chino; según los propios suizos en las calles de Lucerna se ven más chinos que nativos, algo que puedo confirmar.

Pero ¿a qué se debe esto? Bueno, la respuesta es más sencilla de lo que se imaginan.

Hace exactamente 10 años se creó una asociación entre la montaña Rigi (Suiza) y la montaña Emei Shan (China) con el objetivo de promover el turismo entre ambos países; pero para lograrlo hacia falta sellar el compromiso y a su vez llamar la atención de los posibles turistas; por ello decidieron intercambiar una parte de la montaña y colocarla en sus países, es decir, Suiza envió una roca de 2,7 metros de largo, 1,4 metros de ancho, 40 pulgadas de grosor y con un peso de tres toneladas hasta la sagrada montaña ubicada en la provincia de Sichuan, China, y China envió la piedra que adjunto en las fotos. Pero como si eso no fuese suficiente, la piedra debía colocarse en la cima de la montaña, algo que ambos países cumplieron con un gran operativo logístico.

En la cumbre pude disfrutar de la bella vista que ofrece y además jugar un poco con la nieve, la primera de mi intercambio.

En mi caso no utilicé estos servicios, pero quien lo desee puede utilizar un complejo residencial que tiene una gran pileta de agua caliente al aire libre y te permite bañarte mientras contemplas la nieve a tú alrededor y la bella ciudad junto al lago que se encuentran al pie de la montaña.  

En notas anteriores les he contado de mis largas caminatas, pero en esta ocasión llegar hasta la cumbre fue trabajo fácil, tomamos un tren que nos llevó hasta la cima y luego bajamos en telesilla para tomar un barco que nos daría un paseo por el lago con la posibilidad de almorzar en él y luego desembarcar en el centro de Lucerna.

Donde finamente almorzamos para luego recorrer la ciudad, la antigua iglesia, el histórico puente de madera y el león tallado en la montaña que honra la muerte de 750 suizos en Francia.

Una experiencia maravillosa que se suma a la lista de vivencias en el extranjero.

¡Espero que les gusten las fotos! Hasta la próxima.