La palabra de un sanrafaelino que llegó del exterior en plena cuarentena

A partir de ayer comenzaron a llegar a la provincia los primeros mendocinos repatriados, algunos regresaron en el Hércules de las Fuerzas Armadas desde Perú, otros en vuelos de diferentes aerolíneas autorizadas para tal fin, y luego fueron trasladados en traffics y colectivos provenientes de Buenos Aires.

Entre ellos, un amigo de la casa, el sanrafaelino Kurt Ottosen, quien llegó el sábado a nuestro país desde Alemania donde residía hacía varios meses, en el marco de un intercambio estudiantil.

Desde un hotel de Mendoza, donde fue obligado a permanecer por el lapso de dos semanas mientras dure su cuarentena, dialogamos con él y nos contó su experiencia.

“El viernes salí de la ciudad donde estaba viviendo en Alemania, para llegar a Frankfurt y el sábado, luego de 14 horas de viaje llegué a Argentina, en un vuelo de la compañía Lufthansa, fue un vuelo pago” comenzó diciendo.

“Cuando llegué a Ezeiza se presentaron los inconvenientes, porque no permitían que un familiar fuera a buscarme, asique me informaron que sería trasladado en colectivos que el Ministerio de Transporte ha puesto. Para subir a esos colectivos teníamos que hacer cola, había muchísima gente que había llegado de otros lugares, el hall de Ezeiza estaba colapsado, había gente durmiendo en la vereda”.

Y continuó diciendo “finalmente logré anotarme y salí a la calle a buscar el colectivo que viniera a Mendoza, y logré subirme. Fue un viaje de 25 horas porque en San Luis el colectivo estuvo detenido por varias horas, allí llenamos varios formularios y por orden del Gobernador tuvimos que llevar a la puerta de su casa a cada uno de los puntanos que venía en el colectivo. En total estuvimos 5 horas en San Luis”.

“Luego fuimos a San Juan, allí se bajaron todos en la terminal donde había un fuerte operativo con médicos, hubo un poco de tensión porque les informaron que tenían que irse a un hotel y pagarlo, no como aquí en Mendoza que lo paga el gobierno”.

El viaje continuó a Mendoza, luego de sortear otro altercado como fue la pinchadura de un neumático del colectivo que fue reparado en una estación de servicio.

“Al llegar a Mendoza, en el control se nos informó que en base a un decreto que se aplicó a partir de las 0 de hoy, yo no podía retornar a San Rafael con mi familiar que me había ido a buscar y que no había ningún transporte que me llevara para allá, por lo que me enviaron a un hotel para hacer la cuarentena” destacó.

Kurt señaló además su descontento respecto al trato que recibieron en el colectivo a lo largo del viaje, en el que según afirma no se les dio agua ni comida, no se les permitió bajar en ningún momento ni para hacer las necesidades en el campo, ya que el baño del micro estaba colapsado.

Además, afirmó que el micro lo compartía junto a matrimonios con niños y bebés y adultos mayores. “Fue una situación muy compleja” sentenció y se lamentó por no haber podido llegar a destino.

“De llegar a San Rafael, yo igual pensaba no ir a mi casa, sino que ya tenía un lugar ajeno para ir a permanecer los 14 días, pero no pude viajar y estoy angustiado, pero esperando que todo salga de la mejor manera posible”.

Y continuó relatando “muchos me preguntan por qué me volví, decidí regresarme por mi familia, tanta distancia es muy dura, y si pasa algo estar a tanta distancia y tantas horas genera más desesperación”.

“Además yo en Alemania estaba muy bien, en el lugar donde estaba hay muchos controles y si soy sincero tenía menos miedo de contagiarme allá que acá, el sistema de salud está preparado y la tasa de mortalidad es la más baja del mundo”.

“Yo sé que a Ezeiza llegué sano, después de todas las hora que he pasado luego de bajar allí y llegar aquí, ahora no se. Igual me siento bien, estoy asintomático”.

“De todas formas voy a cumplir con todas las normas que se me han indicado porque lo que más me importa en este momento no es sólo asegurar mi salud, si no la del resto de los habitantes. Y cuando pueda salir me gustaría anotarme como voluntario en lo que pueda ayudar” finalizó.