La cuarentena los inspira: ‘Cuando tengo una idea, busco como hacerme de herramientas para contarla‘

02/08/2020

Carlos "Charly" Farina, es villatuelino de cepa pero hace años decidió dejar su pueblo para iniciar sus estudios universitarios en la Universidad Tecnológica Nacional y posteriormente radicarse definitivamente en la capital de Mendoza. Es ingeniero en Sistemas de la Información y trabaja desde hace 15 años como desarrollador, actualmente para una empresa del exterior de manera freelance.

No obstante, hace algunos años se vio hipnotizado por el séptimo arte y decidió investigar e ir mucho más allá en esa búsqueda. Realizó un taller de cine dictado por la Municipalidad de la Ciudad de Mendoza y luego se animó a filmar su primer cortometraje que lo tuvo como protagonista a su padre, el sodero de Villa Atuel y cosechó innumerables reconocimientos. 

Luego fue más allá y decidió incurrir en el corto de ficción y recientemente realizó uno de animación. Asegura que en los tres casos siempre ha sido su primera vez, ya que en las tres oportunidades ha explorado rubros distintos: el documental, la ficción y la animación.

Sostiene que la cuarentana le ha permitido actualizarse en conocimientos, disfrutar con su pareja y hacer cosas que en otro momento no hubiese podido hacer, pero que supo sobrellevar el encierro, dado a que trabaja desde su casa y eso no sufrió modificación en estos tiempos. 

En este segmento (La cuarentena los inspira) que  busca reflejar las actividades, interpretaciones y creaciones realizadas por los artistas sanrafaelinos en el marco de la medida de aislamiento social, durante la pandemia del Covid-19, dialogamos con él sobre su presente, sus proyectos y mucho más.

¿Cuándo descubriste esta faceta artística en tu vida?

No se dio de un modo ordenado, empecé con la fotografía como un hobbie como una actividad paralela a mi profesión, en ese momento empecé un tallercito de cine que dictó la Municipalidad de Mendoza, y viviendo algunas cosas en ese taller y con un documental de Frenkel (Construcción de una ciudad),  me movió a querer hacer algo similar en mi pueblo y ahí nace el proyecto “El último sodero” que lo tuvo de protagonista a mi viejo y muestro el pueblo a partir de ese personaje.

Ese proyecto lo disfruté mucho, me gustó mucho la experiencia, me di cuenta que me movía mucho lo audiovisual y fue allí que conocí a un actor de teatro de acá que se llama Gustavo Casanova. Con él empezamos a meternos en un proyecto de ficción, comenzamos a escribir y de ahí salió el segundo corto mío que es “El mar más allá de las baldosas”, ese proyecto lo hice con Gustavo y obtuvimos un pequeño subsidio del Fondo Provincial de la Cultura.

Pero fue muy a pulmón realizarlo, nos dio mucho trabajo porque tenía mucha gente participando, muchas escenas y locaciones.Fue un proyecto grande para ser un corto un poco agotadora por el modo en el que se hizo, que fue muy por amor al arte, pero no por ellos dejó de ser una experiencia fantástica.

A mí lo que me mueve son las ideas, cuando tengo una idea en la cabeza busco como hacerme de herramientas para contarla, ahí nace mi tercer corto, donde la forma de contarlo era la animación, yo había hecho un curso de guión en GuionArte, y ya había hecho varios talleres relacionados con lo audiovisual y no conforme con eso también hice un curso de animación en la escuela de Artes Animadas y con esas herramientas más algo de autocapacitación surgió el corto “Juan Viento”, ese cortito lo estoy enviando a festivales y por suerte ya ha quedado seleccionado en cuatro festivales, en Bulgaria, Italia, Serbia y Buenos Aires.

Este año está complicado porque muchos festivales se han cancelado o han cambiado la modalidad y se están haciendo vía Streaming, pero ya esta segunda mitad del año se está moviendo un poco.

¿Cómo te encontró la pandemia?

La pandemia me encontró en Tailandia, hacía seis meses que venía planificando ese viaje y cuando aparece este virus en China, yo ya tenía todo previsto para viajar en febrero. En ese momento si bien había bastante revuelo en China, no se sabía el impacto que iba a generar.
Me decidí a hacerlo igual, era un viaje que quería hacer solo desde hacía mucho, una experiencia que quería vivir. Pero no voy a olvidarme el miedo en el Aeropuerto de Paris, rumbo a Tailandia cuando leí que Tailandia era el segundo país que empezaba a tener casos y se informaba que había que extremar las medidas ante este nuevo virus.

Estuve un mes en Tailandia con la presencia del virus, tomé precauciones y por suerte salió todo bien, no me privé de hacer nada y en ese país no explotó todo.

Llegué a Mendoza los primeros días de marzo y realicé el aislamiento correspondiente, asique empecé antes de que se decretara a nivel nacional, que fue 10 días después de que llegara. Asique cuando lo anunciaron en Argentina me agarró en mi departamento, pero como yo hace tiempo que trabajo a distancia desde mi casa, el impacto de la cuarentena no fue tan alto.
Si extraño la posibilidad de salir, juntarme con amigos, hacer deportes, ir a mi pueblo.

¿Qué has estado haciendo estos meses? ¿Cómo te inspiró la cuarentena?

Soy una persona a la que no le gusta mucho quedarse quieto, siempre estoy buscando algo para hacer, las primeras semanas se me dio por escribir una historia sobre un mundo gristópico y cómo sería después de varios años de cuarentena, pero lo hice a modo de escribir.
Lo primero que hice fue ponerme a leer, a escribir, no sé qué irá a pasar con eso que escribí pero quedó ahí en borrador.

Después estuve profundizando el tema de la ilustración y la pintura digital todo esto paralelo a mi trabajo, porque yo he seguido trabajando para la empresa en la que estoy haciendo desde hace años. 

Y en un momento empecé con unos amigos un proyecto que seguía la lógica del “Cadáver exquisito”, desde lo audiovisual, con cuatro grupitos yo con mi novia en mi departamento, mi amigo que vive solo, un chico que vive con una amiga y otro chico más, cada uno desde su departamento tenía que agarrar lo que le venía dado en la historia audiovisual y agregarle algo más.

Fue interesante, pero lamentablemente lo dejamos a la mitad porque dos de los chicos se tuvieron que bajar. Cada uno tenía escribir su parte del guión en una semana, filmarlo y compartirlo en faceboook y le tiraba la posta a otro. Estuvo divertido, pero se empieza a complicar cuanto más avanza la historia porque habí que ir encontrando elementos que hagan que la historia cierre, porque lo que se había contado no se podía modificar, asique la parte que agregabas nueva debía ser coherente con eso y el avance del proyecto. Estuvo bueno.

Después de eso he estado viendo mucho cine y varias series, además estoy dibujando, escribiendo, leyendo y ahora recientemente estoy trabajando en un proyecto que consiste en una página de pixeles en blanco y negro, y como usuario vos podes tener un pixel y ponerlo en negro o en blanco, es un proyecto disparatado pero que me permitió ponerme al día con mi profesión

Y fuera de eso cocinando, comiendo (risas) y disfrutando con mi novia, haciendo actividad física. Como estoy acostumbrado a trabajar desde casa, ya tenía hábitos de encierro (risas) tengo una gata, mis plantas, mi estudio, mi pastitito para regar, pero nada se compara a esto porque no podes juntarte.

¿Y en lo personal, como se lleva la cuarentena?

He pasado por todas las etapas (risas) en la primera etapa sentía un poco de miedo, porque uno veía imágenes de Europa y veías que eso se venía para acá. También con ansiedad y a medida que iba avanzando y si bien está un poco más complicado acá (Mendoza) me fui acostumbrando y aceptando que toca vivir esto.

En el medio momentos en los que tenes ganas de hacer cosas, momentos en los que no y en tratando de hacer actividad física, de no dejarme estar y aceptando esto que es lo que nos tocó y verlo como una oportunidad para hacer ciertas cosas que no las podríamos haber hecho en otro momento. En mi caso escribir, leer, actualizarme con ciertas tecnologías.

¿Dónde presentas tus trabajos audiovisuales?

Uno cuando hace un corto el modo que tiene de difusión en este momento antes de compartirlo en internet es básicamente en los festivales, en mi caso, le he dedicado un año y medio a mandarlo a festivales.

En el caso del Ultimo Sodero, quedó seleccionado en un festival de Jujuy y en el Mendoc que se hacía acá en Mendoza quedé segundo y eso fue una sorpresa para mí porque me considero amateur y me sorprendió mucho ese segundo lugar, si bien estuve un año haciendo talleres capacitándome, soy consciente que no era mi ámbito, porque el mío es la ingeniería en software.

El segundo corto se trabajó de manera más profesional y quedó seleccionado en varios festivales y ahora con Juan Viento que es mi corto de animación, sé que tengo mucha competencia, porque se hacen cosas muy buenas en animación y la verdad que es del que menos me esperaba, pero por suerte ha quedado seleccionado en cuatro festivales.
Uno los trata de mandar a la mayor cantidad de festivales que uno pueda.

¿Proyectos post cuarentena o post pandemia?

No tengo nada pensado por el momento, cuesta planificar en esta situación, como no sabemos cuándo va a pasar, ojalá sea el año que viene y que estemos todos vacunados.
Pero la verdad que no sé qué va a pasar, pero si que voy a seguir haciendo cosas… escribiendo. Tengo un par de guiones para desarrollar pero nada en concreto.

Y cuando esto pase definitivamente algún día me gustaría volver a viajar.

¿En qué crees que nos transformará esta pandemia?

La inercia en la que vivimos es tan alta que pareciera que mucho no va a cambiar y en cuanto a nosotros creo que vamos a estar un poco más paranoicos y más susceptibles a que vuelva a aparecer otro virus como este. Creo que va a modificar nuestra forma de relacionarnos con el otro por lo menos en los primeros días pos pandemia.

Pero yo no creo que esta pandemia implique que uno tomará conciencia del cuidado del planeta, por ejemplo, si bien al principio pensé que podía ser, ahora ya no o creo.

La gente está desesperada a que todo vuelva como antes.